Turista alemán escala Pirámide de Chichén Itzá y genera controversia
Un turista alemán escala la pirámide de Kukulkán, generando indignación y reavivando la discusión sobre la conservación del patrimonio cultural.
Durante la celebración del equinoccio de primavera, un evento emblemático en la zona arqueológica de Chichén Itzá, un turista alemán se convirtió en el centro de atención al escalar la pirámide de Kukulkán.
Este incidente, ocurrido frente a cientos de visitantes reunidos para observar el fenómeno del descenso simbólico de la Serpiente Emplumada, provocó indignación y una reacción inmediata de los presentes.
El hombre burló el operativo de vigilancia e inició su ascenso, mientras la multitud, asombrada, capturaba el momento con sus teléfonos móviles.
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En cuestión de minutos, guardias de seguridad subieron tras él, obligándolo a descender. Sin embargo, al llegar al suelo, enfrentó una multitud enfurecida que lo recibió con reclamos, empujones y hasta golpes.
Aunque el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y elementos de la Guardia Nacional intervinieron rápidamente, el turista terminó con una herida en la frente.
CHICHÉN ITZÁ. :..
— kaeel gaspar (@KAEELGASPAR) March 21, 2025
Un turista alemán quería recargar energía.🤦.
Alemán desobedece el protocolo y sube Ala pirámide de kukulcán en Chichén Itzá.prvio al equinoccio de primavera. pic.twitter.com/te7yDMmD5j
Este hecho pone nuevamente en el centro del debate la prohibición de subir a la pirámide de Kukulkán, medida implementada desde 2006.
Esta restricción busca preservar la integridad de esta maravilla del mundo moderno, que forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad, y evitar daños estructurales que puedan comprometer su conservación.
Subir a esta estructura prehispánica constituye una infracción según la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Las sanciones incluyen multas que van desde los 5,000 hasta los 50,000 pesos mexicanos, dependiendo de los daños ocasionados y la gravedad de la falta.
El acto del turista alemán no solo dejó un mal sabor de boca entre los asistentes, sino que también reavivó la importancia de respetar el patrimonio cultural.
La pirámide de Kukulkán es más que un atractivo turístico; es un símbolo de la riqueza histórica de México y una estructura que merece cuidado y respeto por parte de quienes la visitan.
El incidente subraya la necesidad de reforzar medidas de conservación y concientización para proteger el patrimonio histórico y evitar futuras transgresiones.