Trump impone nuevo arancel al cobre: tensión comercial y efectos globales a partir del 1 de agosto

Trump impone un arancel del 25% al cobre importado desde el 1 de agosto. América Latina reacciona y crece la preocupación por su impacto industrial y económico.

Adolfo Flores · Hace 11 horas
El presidente Trump anunció un arancel del 25% al cobre importado, medida que entrará en vigor el 1 de agosto y ya genera tensión comercial global.

El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, anunció la imposición de un nuevo arancel del 25% al cobre importado, medida que entrará en vigor el 1 de agosto de 2025. Esta decisión, justificada por la administración republicana como un paso para “proteger la industria nacional y la seguridad económica del país”, ha generado preocupación tanto en los mercados internacionales como en los sectores manufactureros estadounidenses.

¿Por qué el cobre?

Según la Casa Blanca, el arancel responde a una supuesta “dependencia excesiva” de insumos estratégicos provenientes del extranjero, particularmente de países como Chile, Perú y México, principales exportadores de cobre refinado hacia Estados Unidos. Trump aseguró que el metal es “crítico para la infraestructura eléctrica, la defensa nacional y la innovación tecnológica”, por lo que su producción y control deben ser considerados de “interés estratégico”.

La medida generó reacciones inmediatas. El gobierno de Chile, mayor productor mundial de cobre, calificó el arancel como “una distorsión comercial injustificada” y advirtió que evaluará posibles contramedidas en foros internacionales como la OMC. Por su parte, Perú y México expresaron que esta decisión afectará cadenas de suministro clave para ambos países, donde el sector minero representa una fuente vital de ingresos y empleo.

En Asia, China —el mayor consumidor global de cobre— también expresó inquietud ante una posible disrupción en los flujos internacionales del metal, lo que podría elevar los precios globales.

Impacto económico: desde la construcción hasta la electrónica

El cobre es fundamental para la fabricación de cables eléctricos, baterías, vehículos eléctricos, chips, paneles solares y construcción. Expertos alertan que el nuevo arancel podría aumentar los costos de producción en Estados Unidos, afectar al consumidor final y ralentizar proyectos de infraestructura energética.

“Estamos viendo una medida que puede beneficiar a algunos productores nacionales, pero que al mismo tiempo puede encarecer significativamente productos esenciales”, comentó Janet Rosen, analista de mercados en New York Metals Group.

Además del impacto directo en el sector constructor, el arancel también podría golpear la transición energética que el propio gobierno ha impulsado. “Es una contradicción: se penaliza la importación de un metal esencial para los vehículos eléctricos, mientras se prometen más autos limpios y energía renovable”, opinó David Chang, investigador del Center for Clean Tech Policy.

Críticos señalan que el anuncio de Trump tiene un fuerte componente político: busca fortalecer su base industrial de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de 2026. Sin embargo, sectores empresariales han comenzado a presionar por una revisión, argumentando que el impacto puede ser mayor en la manufactura que el beneficio en la minería local.

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