Alimentos ultraprocesados ponen en riesgo la salud

Los ultraprocesados con azúcares y aditivos favorecen el consumo excesivo, mientras que los alimentos enteros ayudan a controlar el apetito y perder peso.

Braulio Reyes · Hace 3 horas
Los expertos señalan que la diferencia está en la composición y estructura de lo que comemos. Foto: Pexels

Nuevas investigaciones confirman que los alimentos ultraprocesados representan una barrera importante para perder peso, incluso cuando se sigue una dieta equilibrada. En un ensayo de ocho semanas, las personas que consumieron alimentos mínimamente procesados lograron perder casi el doble de peso que quienes incluyeron productos ultraprocesados, a pesar de que ambos grupos seguían pautas de alimentación saludable.

Los expertos señalan que la diferencia está en la composición y estructura de lo que comemos. Los ultraprocesados, cargados de azúcar, sal, grasas y aditivos, no generan saciedad y favorecen el consumo excesivo, mientras que los alimentos enteros ayudan a controlar el apetito y contribuyen a resultados más efectivos en la pérdida de peso.

Seguir una alimentación rica en verduras, frutas, granos integrales, legumbres y frutos secos no solo ayuda a mantener un peso adecuado, sino que también reduce de manera significativa el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, problemas cardíacos y ciertos tipos de cáncer. Estudios recientes indican que mejorar la calidad de la dieta puede disminuir hasta en un 19 % el riesgo de desarrollar múltiples padecimientos a lo largo de la vida.

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Una dieta equilibrada y variada basada en alimentos naturales, cereales integrales y proteínas magras también contribuye a prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación. Este patrón ha demostrado ser clave en la reducción de casos de diabetes, cáncer y afecciones cardiovasculares, que representan algunas de las principales causas de mortalidad en el mundo.

Iniciativas globales están impulsando el concepto de que la alimentación es medicina. Programas de salud pública ya incorporan estrategias como la entrega de vales para frutas y verduras dentro de sistemas médicos, con el objetivo de disminuir la carga de enfermedades derivadas de la mala nutrición y mejorar la calidad de vida de la población.

Más allá de lo que se consume, adoptar patrones alimentarios como la dieta mediterránea —rica en productos de origen vegetal, grasas saludables y proteínas magras— ha demostrado beneficios en la prevención de enfermedades cardiometabólicas, cáncer y deterioro cognitivo. Incluso pequeños cambios positivos en la dieta pueden extender la esperanza de vida y favorecer un envejecimiento saludable.


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