Descubren comunicación entre bacterias y neuronas

Científicos probaron un “minicerebro” con neuronas de rata y le añadieron la bacteria Lactiplantibacillus plantarum, presente en la microbiota humana.

Braulio Reyes · Hace 5 horas
Falta identificar el mecanismo exacto por el cual el contacto bacteriano altera la actividad neuronal. Foto: Pexels

Un equipo internacional de científicos reveló que ciertas bacterias intestinales no solo influyen en el cerebro mediante el sistema inmunológico o la sangre, sino que pueden comunicarse directamente con neuronas, alterando su actividad sin intermediarios. Este hallazgo podría abrir una nueva era en terapias para enfermedades neurológicas e inmunológicas.

Los investigadores trabajaron con un “minicerebro” de laboratorio, formado por neuronas de rata cultivadas durante semanas hasta formar una red funcional. Sobre esta estructura introdujeron la bacteria Lactiplantibacillus plantarum, habitual en la microbiota humana.

Las bacterias se adhirieron a la superficie neuronal sin invadirla, y ese simple contacto bastó para modificar tanto la actividad eléctrica como la expresión genética de las células. Esto sugiere un lenguaje bioeléctrico compartido, posiblemente mediado por canales iónicos y gradientes de membrana.

El descubrimiento abre múltiples posibilidades:

  • Desarrollar terapias bacterianas capaces de modular directamente la actividad cerebral, con potencial para tratar depresión, ansiedad y enfermedades neurodegenerativas.
  • Cambiar la forma en que entendemos el eje intestino-cerebro, pasando de una influencia indirecta a una comunicación neuronal directa.
  • Replantear el impacto de antibióticos, dietas y probióticos, ya que alterar la microbiota podría incidir en la función neuronal de manera directa.

Aunque los resultados son prometedores, aún hay preguntas clave:

  • El fenómeno no ha sido demostrado en humanos, ya que los ensayos se realizaron en laboratorio y en modelos animales.
  • Falta identificar el mecanismo exacto por el cual el contacto bacteriano altera la actividad neuronal.
  • La manipulación de la microbiota podría implicar riesgos, como inflamación o reacciones inmunológicas adversas.

Este descubrimiento representa un punto de inflexión: la microbiota intestinal deja de ser vista solo como un aliado en la digestión o la inmunidad y se perfila como un interlocutor directo del cerebro. Los próximos años de investigación serán clave para determinar hasta dónde puede transformar la medicina este sorprendente diálogo entre bacterias y neuronas.

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