Las playas poco conocidas que apuestan por la conservación natural en Costalegre

Costalegre no es solo un lugar para vacacionar; es un espacio para sentir, explorar y aprender

Israel Pantaleon · Hace 8 horas
Las playas poco conocidas que apuestan por la conservación natural en Costalegre

Lejos de los destinos masificados, Costalegre se presenta como un corredor de experiencias auténticas donde el mar, la selva y las comunidades locales se combinan para ofrecer un turismo responsable y exclusivo. Este litoral jalisciense permite a los viajeros relajarse, conectar con la naturaleza y apoyar a las comunidades locales.

Más allá de Careyes y Cuixmala, Costalegre esconde playas poco concurridas que invitan a descubrir paisajes intactos y disfrutar de experiencias auténticas. Estas son las 5 playas que no puedes perderte.

En Tehuamixtle, conocida como la “capital de los ostiones”, los visitantes pueden nadar en aguas cristalinas, degustar mariscos frescos preparados por cooperativas locales y observar delfines, mantarrayas y tortugas marinas. Al norte de la bahía, Los Morros destacan como uno de los puntos más fascinantes de Tehuamixtle: un paraíso para el buceo y la pesca, con el atractivo adicional de un barco hundido que convierte la inmersión en una verdadera aventura. Para quienes buscan prolongar la experiencia, el Hotel Boutique Acantilado es el complemento perfecto, creando un ambiente íntimo y seguro. Con pocas habitaciones, atención personalizada y una propuesta gastronómica basada en ingredientes frescos de la región, es ideal para viajeros que desean desconectarse del ruido cotidiano y sumergirse en la naturaleza sin sacrificar comodidad.

Melaque conserva su encanto auténtico con playas ideales para nadar, practicar skimboard o kayak y pasear por su malecón al atardecer. Vale la pena darse una vuelta por el impactante mirador Punta Melaque, desde donde se aprecian espectaculares vistas de la bahía. Además, hospedarse en alguno de los encantadores bungalows del destino, como Las Hamacas, Hotel Vista Hermosa, Villas Camino del Mar o el Hotel Club Náutico Dorado, complementará tu visita y te permitirá disfrutar plenamente de la esencia del lugar.

En Punta Pérula, los viajeros pueden recorrer en lancha las islas cercanas, practicar snorkel y observar tortugas y ballenas en temporada. Al caer la noche, el vuelo de murciélagos sobre la bahía convierte el atardecer en un espectáculo natural único. Para quienes buscan hospedaje ecofriendly, Villas Nawales y Camping Yemaya son opciones que reflejan el espíritu del destino: alojamientos sostenibles, de baja densidad y en contacto directo con la naturaleza. Villas Nawales ofrece confort en un ambiente íntimo y vistas privilegiadas, mientras que Camping Yemaya invita a los aventureros a vivir una experiencia más inmersiva, dormir bajo las estrellas y despertar con el sonido del mar.

Las Ánimas es un secreto bien guardado, perfecto para largas caminatas por la arena dorada, acampar de manera responsable y contemplar un cielo lleno de estrellas de  libre de contaminación lumínica. Además, proyectos locales ofrecen experiencias de educación ambiental que conectan a los visitantes con la riqueza del entorno. Para quienes buscan hospedarse cerca, Hotelito Mío es la opción ideal, un refugio boutique que prioriza la privacidad y el contacto con la naturaleza. Sus cabañas y suites están diseñadas para integrarse con el paisaje, ofreciendo comodidad, gastronomía de autor y un ambiente íntimo que convierte la estadía en una experiencia de bienestar y desconexión total.

Boca de Iguanas combina mar, manglares y ríos, creando un ecosistema único donde se puede practicar kayak, avistamiento de aves y explorar senderos naturales. Entre octubre y marzo, se llevan a cabo programas de conservación de tortugas marinas, en los que los visitantes pueden participar activamente en el monitoreo, desove y liberación de crías. El Hotel Chantli Mare ofrece alojamiento cómodo y respetuoso con el entorno, permitiendo vivir la experiencia completa de este refugio natural.

Costalegre no es solo un lugar para vacacionar; es un espacio para sentir, explorar y aprender. Sus playas secretas y comunidades locales invitan a vivir experiencias únicas, desde observar especies marinas hasta conocer tradiciones pesqueras y proyectos de conservación.

Cada visita es una oportunidad para reconectar con la naturaleza, disfrutar de paisajes vírgenes y dejar una huella positiva. Este corredor jalisciense demuestra que el lujo verdadero se encuentra en la autenticidad, la calma y la riqueza natural y cultural que ofrece a quienes se aventuran a descubrirlo.

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