Drones, el nuevo motor de competitividad para las empresas mexicanas

El 75 % usa drones con fines profesionales y el 25 % por interés personal, pero con responsabilidad. Hoy son clave en construcción, energía y agricultura.

Israel Pantaleon · Hace 8 horas
Drones, el nuevo motor de competitividad para las empresas mexicanas

El uso de drones dejó de ser un hobby. Hoy es una de las herramientas más prometedoras en la transformación digital de las empresas. Sin embargo, en México, miles de compañías aún operan como si esta tecnología no existiera, debido a la falta de talento y conocimiento para integrarla con enfoque y eficacia.

El mundo, en cambio, ya está aprovechando su potencial. A nivel mundial, el mercado de drones mantiene una trayectoria ascendente. Se estima que alcance los 54.6 mil millones de dólares en 2030, con una tasa de crecimiento anual superior al 7 %, de acuerdo con Drone Industry Insights

“Aunque el mercado de drones no deja de crecer, muchas empresas siguen sin traducir ese crecimiento en ventaja competitiva. La razón no es la falta de tecnología, sino la ausencia de capacidades para integrarla con propósito. Esta desconexión impide mejorar procesos y retrasa la transformación operativa que otras regiones ya están capitalizando”, afirma Fernando Lina, Director General de Drone Academy,  ecosistema de formación y acompañamiento para empresas y profesionales que buscan integrar drones en sus procesos.

Drones: la tecnología que ya está en el aire, pero no en los procesos

Aunque muchas compañías aún no identifican en qué áreas los drones pueden ayudar a resolver cuellos de botella operativos, la realidad es que, hoy estos sistemas ya forman parte de procesos críticos en sectores como:

  • Construcción: permiten levantar modelos digitales del terreno, monitorear el avance de obra, supervisar normas de seguridad y evitar exposiciones innecesarias del personal.
  • Energía: inspeccionan torres, líneas eléctricas y parques fotovoltaicos sin detener la operación ni poner en riesgo al personal técnico.
  • Marketing, ventas y redes sociales: crean contenido visual impactante desde perspectivas únicas para atraer audiencias y generar engagement.
  • Agricultura: monitorean cultivos, detectan plagas y evalúan condiciones de riego de forma remota y eficiente.
  • Seguridad: ofrecen vigilancia aérea, útil en eventos masivos y labores Protección civil  y seguridad pública.

Sin embargo, el despliegue de esta tecnología no está exento de desafíos. Según datos de Drone Academy, aproximadamente la mitad de los operadores ha tenido algún accidente, incidente o situación de riesgo antes de recibir capacitación formal. Esto revela una brecha entre el uso de drones y la preparación técnica necesaria para operarlos. 

Para dimensionar el riesgo, es fundamental saber quiénes operan los drones, ya que su perfil incide en el nivel de preparación y en la probabilidad de incidentes: 

  • 75% comercial/profesional: profesionales independientes o trabajadores de empresas e instituciones. 
  • 25 % uso recreativo: personas que aprenden por interés personal, o emprendedores, comprometidas con la seguridad y el uso correcto.

En palabras del Director General de Drone Academy, “si queremos que el uso de estos robots voladores se traduzca en eficiencia, ahorro y retorno de inversión, no basta con adquirirlos: es indispensable contar con formación técnica y una visión estratégica sobre su aplicación”

Una década formando especialistas

Drone Academy nació cuando los drones eran considerados gadgets para unos pocos. Este mes de octubre estarán celebrando 10 años de consolidarse como una plataforma especializada en formación, innovación y acompañamiento técnico, con sedes en Ciudad de México y Guadalajara.

El modelo de formación se sustenta en tres pilares: operar drones de forma segura y conforme a la normativa; capturar imágenes, videos y datos útiles para la toma de decisiones; y procesar esa información para generar ventajas operativas reales. 

Esta metodología ya ha cruzado fronteras: llegó a Belice, donde se capacitó a una empresa chilena. En México, ha trabajado con organizaciones como el Tec de Monterrey, Ferromex, Bayer, Cemex, Grupo Castores, Cruz Roja, Secretaría de Marina, Peñafiel y Xcaret, entre otras.

Tecnología hay, lo que falta es criterio

Aunque los drones actuales ya cuentan con funciones avanzadas —como navegación autónoma, cámaras de alta resolución, sensores térmicos y multiespectrales, conexión a plataformas de inteligencia artificial, procesamiento en la nube o análisis predictivo—, uno de los desafíos está en traducir ese potencial en soluciones para el negocio.

El reto no es solo incorporar drones en las empresas, sino formar talento capaz de integrarlos a los procesos productivos de manera eficiente, segura y con resultados medibles. Las compañías que lo consigan no solo optimizarán su operación, también acelerarán tiempos, elevarán la precisión, garantizarán trazabilidad, reforzarán la seguridad y consolidarán una ventaja competitiva en sus industrias”, Lina.

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