Detienen a dos sospechosos por el robo de joyas en Louvre
El caso del Louvre se ha convertido en uno de los robos de arte más audaces de la última década.
Las autoridades francesas confirmaron la detención de dos sospechosos relacionados con el robo de ocho joyas de la colección de la corona francesa, sustraídas el pasado 19 de octubre del Museo del Louvre. Uno de los detenidos fue capturado en el aeropuerto Charles de Gaulle cuando intentaba abordar un vuelo con destino a Argelia, según informó la Fiscalía de París.
Un robo de película en pleno horario de visita
El atraco se realizó en apenas siete minutos, durante el horario de apertura del museo. Los ladrones, disfrazados de trabajadores de mantenimiento y portando chalecos de obra, accedieron al primer piso mediante un montacargas y rompieron vitrinas en la Galería Apolo, donde se exhiben piezas históricas de gran valor.
Entre los objetos robados se encuentran tiaras, collares y broches que pertenecieron a la emperatriz Eugenia y otras figuras del siglo XIX. El valor total del botín se estima en 88 millones de euros, aunque la mayoría de las piezas siguen sin aparecer.
Los sospechosos y el avance de la investigación
Los detenidos son hombres de unos treinta años, residentes del suburbio de Seine-Saint-Denis, al norte de París, y cuentan con antecedentes por robo. Uno de ellos posee doble nacionalidad franco-argelina, y habría sido el encargado de coordinar la huida.
La investigación está bajo la dirección de la Brigada de Represión del Banditismo (BRB) y la Oficina Central para el Comercio Ilícito de Bienes Culturales (OCBC). Los peritos han recolectado más de 150 muestras de ADN, huellas dactilares y herramientas utilizadas en el robo.
Un golpe al patrimonio nacional francés
El Gobierno francés calificó el hecho como “un ataque al patrimonio nacional”, debido a la importancia histórica y cultural de las piezas sustraídas. La directora del Louvre reconoció fallas en los sistemas de seguridad, admitiendo que algunas cámaras no cubrían zonas clave del recinto.
El robo ha generado un intenso debate sobre la vulnerabilidad de los grandes museos ante delitos organizados, y podría derivar en una revisión general de los protocolos de seguridad en instituciones culturales de toda Europa.
Lo que sigue: joyas perdidas y prófugos
Hasta el momento solo se ha recuperado una joya dañada, mientras que las autoridades continúan rastreando a otros dos implicados que permanecen prófugos. Las investigaciones apuntan a una red internacional de contrabando de arte y antigüedades.
Además, las autoridades analizan la posible complicidad interna dentro del museo, ante la precisión con la que se ejecutó el robo.
El caso del Louvre se ha convertido en uno de los robos de arte más audaces de la última década. Más allá del valor económico, el golpe representa una herida simbólica al legado cultural de Francia, y las autoridades se esfuerzan por recuperar no solo las joyas, sino la confianza en la seguridad del museo más famoso del mundo.
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