Rey Carlos III retira títulos reales al príncipe Andrés por escándalo Epstein
El rey Carlos III despojó al príncipe Andrés de sus títulos reales tras el escándalo por sus vínculos con Jeffrey Epstein, marcando una ruptura histórica.
El rey Carlos III del Reino Unido tomó la decisión histórica de retirar los títulos reales de su hermano, el príncipe Andrés, y desalojarlo de su residencia en Windsor, tras los continuos escándalos por su relación con el empresario condenado Jeffrey Epstein. El Palacio de Buckingham calificó la acción como “censuras necesarias”, en lo que representa una de las rupturas más profundas dentro de la familia real británica en décadas. La medida busca proteger la imagen de la monarquía ante el impacto del caso.
Durante más de quince años, Andrés ha estado bajo escrutinio por su amistad con Epstein, especialmente tras las acusaciones de Virginia Giuffre, quien alegó haber sido agredida sexualmente por él cuando era menor. Aunque Andrés ha negado todas las acusaciones, el reciente suicidio de Giuffre a los 41 años reavivó la indignación pública y la presión sobre la Casa Real. Su familia calificó la medida del rey como un acto de justicia simbólica, señalando que “una mujer común derribó a un príncipe con su verdad y valentía”.
El comunicado oficial precisó que Andrés pasará a ser conocido como Andrés Mountbatten Windsor, y que deberá abandonar el Royal Lodge en Windsor, mudándose a una propiedad privada en la finca de Sandringham. Además, se le retiraron los títulos de duque de York, conde de Inverness y barón Killyleagh, junto con las distinciones honoríficas de la Real Orden Victoriana y la Orden de la Jarretera. Estas sanciones tienen efecto inmediato, aunque Andrés continúa siendo el octavo en la línea de sucesión al trono.
La reacción pública ha sido mixta. El grupo Republic, crítico de la monarquía, anunció acciones legales para que Andrés enfrente un proceso judicial por presuntos delitos sexuales y corrupción en el cargo público. Su director, Graham Smith, afirmó que “perder títulos no equivale a rendir cuentas ante la justicia” y pidió que el príncipe sea investigado formalmente. Mientras tanto, el Gobierno británico expresó su apoyo a las decisiones del rey Carlos III, calificándolas como necesarias para preservar la integridad institucional.
Las princesas Beatriz y Eugenia, hijas de Andrés, conservarán sus títulos por derecho de nacimiento, mientras que su madre, Sarah Ferguson, también deberá mudarse de Royal Lodge. Esta decisión marca un precedente inédito desde 1917, cuando otro miembro de la realeza fue despojado de sus títulos por traición durante la Primera Guerra Mundial. Con ello, el rey Carlos III busca enviar un mensaje claro: la rendición de cuentas alcanza incluso a los miembros más cercanos de la Corona británica.

