‘Fue Morena’: Alito Moreno politiza el asesinato Carlos Manzo

Tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el líder del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, acusó que México vive bajo un “Estado fallido” y criticó al Gobierno federal por rechazar la cooperación con Estados Unidos en materia de seguridad.

Adolfo Flores · Hace 5 horas
El asesinato del alcalde Carlos Manzo reabrió la discusión sobre la violencia política y la efectividad de la estrategia de seguridad.

El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, ocurrido durante el Festival de Velas del Día de Muertos, ha encendido una nueva confrontación política. El dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI)Alejandro Alito Moreno, acusó al Gobierno de Morena de haber convertido a México en un “Estado fallido”, dominado por el crimen organizado y la impunidad.

En una extensa misiva publicada en su cuenta de X (@alitomorenoc), Moreno sostuvo que durante los últimos siete años, el país ha sido cubierto por “un manto de sangre” y que “el narcogobierno de Morena ha hecho de nuestro país un Estado fallido”.

“El 60% del territorio nacional está controlado por los cárteles de la droga y el crimen organizado”, afirmó el senador priista, quien también se autodenomina “perseguido político del régimen”.

En su mensaje, el también senador plurinominal criticó que el Gobierno federal rechace la ayuda de Estados Unidos para fortalecer la seguridad regional. Moreno consideró que la colaboración internacional es indispensable para contener el avance de los cárteles.

“¿Cuántas balas más tienen que seguir acabando con la vida de personas inocentes mientras Morena rechaza toda ayuda de nuestro principal socio comercial y aliado?”, cuestionó el dirigente.

De acuerdo con su declaración, la falta de cooperación con Washington pone en riesgo la estabilidad y la seguridad no solo de México, sino de todo el hemisferio occidental.

El caso de Carlos Manzo y la violencia política

Moreno también señaló que ser opositor en México representa un riesgo de muerte, haciendo referencia tanto al asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, como al del líder limonero de Apatzingán, Bernardo Bravo Manríquez, ambos asesinados en Michoacán.

“El caso de Manzo demuestra que ser autoridad o líder social en México puede costar la vida, incluso cuando solo se pide apoyo frente al crimen organizado”, escribió.

El priista aseguró que la violencia política se ha recrudecido en los últimos años y que el país atraviesa una de las etapas “más oscuras y sombrías de su vida democrática”.

Publica imagen del alcalde asesinado y lanza acusación directa

Minutos después de publicar su comunicado, “Alito” Moreno compartió una imagen del cuerpo del alcalde Carlos Manzo, cubierto de sangre, acompañada del mensaje:

“¡Fue MORENA! ¡Fueron los narcopolíticos de MORENA!”

La publicación generó críticas en redes sociales, tanto por el tono del mensaje como por la difusión de una imagen sensible. Sin embargo, Moreno defendió su postura, argumentando que el país no puede seguir normalizando la violencia ni el silencio ante los crímenes políticos.

Contexto: la muerte de un alcalde en funciones

Carlos Manzo Rodríguez fue asesinado el pasado fin de semana durante el Festival de Velas del Día de Muertos en Uruapan, Michoacán, frente a su familia y decenas de ciudadanos. Según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), uno de sus escoltas abatió al agresor, mientras otros dos sospechosos fueron detenidos.

El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, confirmó que hasta ahora no existen indicios de que el círculo cercano del alcalde estuviera vinculado con el crimen organizado y que las investigaciones avanzan con apoyo de la Fiscalía de Michoacán.

El mensaje de Moreno se inserta en un contexto político complejo. A menos de un año de las elecciones intermedias y en medio del debate sobre la Estrategia Nacional de Seguridad, el PRI busca reposicionarse como voz crítica frente a la administración federal. Sin embargo, analistas advierten que el uso político de tragedias puede generar polarización y fatiga social.

Mientras tanto, el Gobierno federal ha reiterado que el asesinato de Manzo no quedará impune y que se reforzarán los operativos de seguridad en Michoacán, donde operan células de grupos como Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación.

El asesinato del alcalde Carlos Manzo reabrió la discusión sobre la violencia política y la efectividad de la estrategia de seguridad. Mientras las autoridades federales prometen resultados, la oposición —encabezada por “Alito” Moreno— usa el caso para subrayar su narrativa de “Estado fallido” y cuestionar la conducción del país frente al crimen organizado.

La pregunta de fondo sigue siendo la misma: ¿podrá el Estado recuperar el control de los territorios y la confianza de sus ciudadanos?

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