Cómo cuidar tu vejiga y prevenir enfermedades urinarias
La vejiga urinaria cumple un papel fundamental en la eliminación de desechos del cuerpo y su cuidado debe formar parte de nuestros hábitos diarios.
La vejiga urinaria es un órgano hueco y elástico del sistema excretor, encargado de almacenar la orina que producen los riñones antes de ser eliminada del cuerpo.
Está ubicada en la parte inferior del abdomen, justo detrás del hueso púbico, y puede expandirse para contener entre 400 y 600 mililitros de líquido. Su buen funcionamiento es esencial para mantener el equilibrio de líquidos y desechar las toxinas del organismo de manera adecuada.
Cuidar la vejiga implica adoptar hábitos saludables que favorezcan su correcto funcionamiento. Beber suficiente agua durante el día es fundamental, ya que ayuda a diluir la orina y evita la acumulación de bacterias en el tracto urinario.
También se recomienda no aguantar las ganas de orinar por mucho tiempo, ya que esto puede debilitar los músculos vesicales y aumentar el riesgo de infecciones. Mantener una buena higiene íntima y evitar el uso excesivo de productos perfumados en esa zona también contribuye a prevenir molestias.
- La vejiga puede dañarse por diversas causas, como infecciones urinarias, consumo insuficiente de líquidos, hábitos de micción inadecuados o enfermedades crónicas.
Las infecciones son una de las afecciones más comunes, especialmente en mujeres, y pueden provocar dolor, ardor al orinar y necesidad frecuente de ir al baño. Otro problema frecuente es la incontinencia urinaria, que ocurre cuando los músculos del suelo pélvico pierden fuerza y no logran retener la orina adecuadamente.
Otros trastornos
Además de las infecciones, existen otros trastornos que pueden afectar la vejiga, como la cistitis intersticial, los cálculos vesicales o incluso el cáncer de vejiga. Algunos factores de riesgo incluyen el tabaquismo, la exposición a productos químicos tóxicos y la falta de control en enfermedades como la diabetes.
Detectar los síntomas tempranos, como cambios en el color de la orina, dolor pélvico o sangrado, es clave para recibir tratamiento oportuno.
El fortalecimiento del suelo pélvico, mediante ejercicios como los de Kegel, ayuda a mantener el control urinario y prevenir la incontinencia. Además, reducir el consumo de bebidas irritantes como café, alcohol y refrescos con gas puede mejorar la salud vesical. Mantener un peso saludable y acudir regularmente al médico para revisiones también son medidas esenciales para proteger este órgano.
Recordemos que mantener una vejiga sana es sinónimo de bienestar general y de una mejor calidad de vida.


