X-59 QueSST: el avión que podría cambiar la historia de la aviación
El X-59 QueSST es el primer gran paso para devolver la velocidad supersónica a la aviación civil, pero ahora sin ruido y con un enfoque sostenible y regulado.
La NASA, en colaboración con Lockheed Martin, avanza hacia una nueva etapa en la aviación mundial con el X-59 QueSST, un avión experimental diseñado para volar a velocidades supersónicas sin producir el tradicional estampido sónico. De confirmarse su funcionamiento a gran escala, este proyecto podría abrir la puerta al regreso de los vuelos civiles ultrarrápidos sobre tierra, prohibidos durante años debido al impacto acústico en zonas pobladas.
Innovación aerodinámica para reducir el ruido
El X-59 integra una serie de modificaciones estructurales que lo vuelven distinto a cualquier aeronave supersónica conocida:
- El motor está ubicado sobre el fuselaje, lo que ayuda a dispersar las ondas de choque lejos del suelo.
- Su fuselaje es alargado y estrecho, con un morro afilado para “suavizar” la presión del aire durante el vuelo.
- El diseño de alas tipo canard permite un control más estable y silencioso.
Estas características permiten reemplazar el estallido sónico, que puede superar los 100 decibeles, por un “golpe suave” comparable al cierre de una puerta, cercano a los 75 decibeles.
Primeros vuelos de prueba
Durante su primer vuelo, el X-59 alcanzó:
- Una altitud aproximada de 3,600 metros
- Una velocidad cercana a 370 km/h
En esta fase inicial, el objetivo no fue romper la barrera del sonido, sino comprobar la estabilidad, integridad estructural y comportamiento en condiciones reales. Las pruebas supersónicas llegarán en las siguientes etapas del programa.
¿Por qué es importante este avance?
El desarrollo del X-59 podría:
- Permitir vuelos supersónicos sobre zonas urbanas, algo prohibido desde la década de 1970.
- Reducir drásticamente los tiempos de viaje. Por ejemplo:
Nueva York → Londres: de 7 horas tradicionales a 3 o 4. - Redefinir la aviación comercial global, al transformar rutas intercontinentales en traslados mucho más rápidos y frecuentes.
Además, la NASA planea compartir los datos de ruido con organizaciones regulatorias como la FAA y la OACI, para crear un nuevo marco internacional que autorice este tipo de vuelos.
Lo que viene
- Pruebas de vuelo supersónico en los próximos meses.
- Sobrevuelos sobre distintas comunidades, para evaluar cómo perciben el sonido en tierra.
- Si los resultados son positivos, comenzará el desarrollo de aviones comerciales silenciosos basados en esta tecnología.
El X-59 QueSST no es solo un prototipo futurista: es el primer gran paso para devolver la velocidad supersónica a la aviación civil, pero ahora sin ruido y con un enfoque sostenible y regulado.
Si la tecnología cumple lo prometido, volar más rápido que el sonido podría convertirse en algo cotidiano en las próximas décadas.


