Detienen a escoltas de Carlos Manzo por su homicidio
La captura de los escoltas de Carlos Manzo revela fallas en su protección, con posibles nexos criminales que podrían cambiar modelos de seguridad.
La investigación por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, dio un giro decisivo este viernes con la detención de siete integrantes de su equipo de escoltas, señalados por su posible responsabilidad en el crimen ocurrido el pasado 1 de noviembre de 2025.
Operativo y detenciones
El operativo se realizó en la Casa de Cultura de Uruapan, donde elementos de la Guardia Nacional, el Ejército y la Fiscalía de Michoacán aseguraron a los escoltas.
Los detenidos son investigados por su presunta omisión de auxilio y por su posible implicación en un caso de homicidio por omisión en calidad de garante, debido a que su función era proteger al alcalde.
Un crimen lleno de interrogantes
Carlos Manzo fue asesinado durante la celebración del Día de Muertos en Uruapan, cuando un joven de 17 años, identificado como Víctor Manuel Ubaldo Vidales, abrió fuego contra él.
Sin embargo, el comportamiento de los escoltas en la escena despertó dudas: varios de ellos habrían disparado contra el agresor cuando ya estaba inmovilizado, lo que levantó sospechas sobre su papel real durante el ataque.
Las autoridades siguen líneas de investigación que apuntan a posibles vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Tanto el atacante como presuntos autores intelectuales tendrían conexiones con esta organización criminal.
Implicaciones políticas y respuesta del Estado
La detención del equipo de seguridad del alcalde es interpretada como un mensaje firme de los gobiernos federal y estatal, decididos a evitar que el caso quede impune.
El gobernador de Michoacán ya había señalado irregularidades en la cadena de mando que debía proteger al presidente municipal, y el operativo de este viernes profundiza las presiones sobre la estructura que rodeaba al edil.
Próximos pasos en el caso
Los siete escoltas serán trasladados al penal de Morelia, donde enfrentarán cargos por homicidio calificado por omisión y posible encubrimiento.
La Fiscalía mantiene abiertas otras líneas de investigación, incluida la participación de presuntos autores intelectuales, uno de los cuales ya fue detenido previamente.
La captura de los escoltas representa un avance crucial en el esclarecimiento del homicidio de Carlos Manzo. Al enfocarse en quienes debían garantizar su seguridad, el caso exhibe fallas estructurales en los protocolos de protección y posibles nexos con el crimen organizado.
El desarrollo de la investigación no solo determinará responsabilidades penales, sino que también podría reconfigurar los modelos de seguridad para autoridades locales en regiones afectadas por la violencia.
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