Productores de EE. UU. van contra el aguacate mexicano: piden cuotas
Productores de EE. UU. piden imponer cuotas y restricciones sanitarias a las importaciones de aguacate mexicano a través del T-MEC, alegando competencia desigual y riesgo para su industria.
La tensión comercial en torno al aguacate volvió a encenderse. Productores de Estados Unidos están presionando a su gobierno para frenar la entrada del aguacate mexicano mediante cuotas temporales, nuevas barreras fitosanitarias e incluso cierres fronterizos en temporadas clave.
La solicitud, impulsada principalmente por la Comisión del Aguacate de California (CAC), se presenta como parte del proceso previo a la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). El grupo asegura que los productores estadounidenses enfrentan una “competencia desleal” debido a los costos más bajos de producción en México.
De acuerdo con la petición, los productores de California, Florida y Hawái consideran que la industria mexicana ha logrado dominar el mercado estadounidense apoyada en ventajas que afectan la rentabilidad local. Por ello, piden establecer cuotas entre marzo y septiembre, meses en los que la producción estadounidense está en su punto más alto.
Además, los productores solicitaron endurecer los estándares de sanidad e inocuidad que deben cumplir los exportadores mexicanos. Argumentan que estas medidas contribuirían a “nivelar el terreno de juego”.
La presión se da en un contexto donde el aguacate mexicano ha mantenido una presencia dominante: cerca del 80% de los aguacates consumidos en Estados Unidos provienen de Michoacán y Jalisco, los únicos estados habilitados para exportar.
De aprobarse las cuotas, México enfrentaría una reducción sustancial en su acceso al mercado estadounidense, lo que podría impactar a miles de productores y empacadores en el país.
Expertos advierten que este tipo de medidas podría tensar nuevamente la relación comercial agrícola entre ambas naciones, que ya ha enfrentado fricciones por productos como el tomate, el azúcar y las berries.
Por ahora, la propuesta será analizada por autoridades estadounidenses como parte de los preparativos para la revisión del T-MEC en 2026, aunque los productores buscan presionar para una resolución anticipada.
Mientras tanto, asociaciones agrícolas mexicanas observan con cautela el proceso y preparan estrategias de defensa, argumentando que el producto nacional cumple con todos los requisitos sanitarios y de trazabilidad establecidos por Estados Unidos.
El aguacate mexicano, uno de los grandes protagonistas del comercio agroalimentario entre ambos países, vuelve así al centro de un debate que combina intereses económicos, presiones políticas y la batalla por el control de un mercado multimillonario.
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