El efecto navideño de dejar de hacer ejercicio en diciembre

No es obligatorio entrenar intenso, solo mantenerse activo. Cuidarse en diciembre evita un regreso difícil en enero.

JLR · Hace 23 horas
Pese a todo, no es imposible evitar estos efectos. Hacer pequeñas rutinas, caminar o moverse más puede ayudar a mantener el equilibrio.

Dejar de hacer ejercicio en diciembre es más común de lo que parece. Sin embargo, el cuerpo comienza a cambiar rápidamente ante la inactividad. El metabolismo se vuelve más lento y se queman menos calorías. Esto favorece el aumento de grasa corporal.

La pérdida de fuerza también aparece en pocas semanas. Los músculos empiezan a reducir su tono y resistencia. La sensación de cansancio al reanudar la actividad aumenta. La falta de ejercicio afecta la masa muscular.

También se altera el estado de ánimo. El movimiento físico ayuda a liberar hormonas que generan bienestar. Al dejar de ejercitarse, pueden aumentar el estrés y la ansiedad. Esto puede volverse un círculo vicioso difícil de romper.

Además, el cuerpo se acostumbra a un estilo de vida más sedentario. Volver a la rutina en enero puede sentirse más pesado de lo normal. La motivación disminuye con el paso de los días. Recuperar el ritmo puede llevar más tiempo.

La salud cardiovascular también se ve afectada. La capacidad pulmonar y el rendimiento disminuyen al no mantenerse activos. Se eleva el riesgo de sentir fatiga durante actividades simples. El corazón necesita estímulos regulares para mantenerse fuerte.

Pese a todo, no es imposible evitar estos efectos. Hacer pequeñas rutinas, caminar o moverse más puede ayudar a mantener el equilibrio.

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JLR


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