Si esta Navidad o Año Nuevo alguien decide cambiar la copa por el volante, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ya tiene preparada una “cena especial” en el Centro de Sanciones Administrativas e Integración Social, mejor conocido como El Torito: el único sitio donde el ponche no quita la cruda, pero sí la libertad.
Con el argumento de ofrecer un trato digno a quienes rebasen los límites de alcohol durante las fiestas decembrinas, la SSC armó menús especiales para Nochebuena y Año Nuevo. Eso sí, el ambiente festivo no suaviza en absoluto la aplicación de las sanciones.
Quienes den positivo al alcoholímetro en Nochebuena —con más de 0.40 mg/l de alcohol— recibirán una cena que incluye arroz blanco, romeritos con papas y camarón, frijoles, ensalada de manzana y ponche de frutas. Un banquete completo… servido bajo vigilancia.
Para el 31 de diciembre, el menú mejora para despedir el año como se debe, aunque no precisamente donde se planeó. La cena de Año Nuevo contempla sopa de codito con crema, salchicha y durazno; pavo en salsa de arándanos con chipotle; ensalada de papa y zanahoria con crema de perejil, además de ensalada de manzana y ponche. Ideal para recibir el nuevo año… sin celular, sin llaves y sin coche.
El verdadero “postre” llega después. Fallar la prueba implica un arresto obligatorio de entre 20 y 36 horas, tiempo suficiente para replantear decisiones y promesas de Año Nuevo. A eso se suma el impacto económico, que puede superar los 10 mil pesos, al considerar la multa de 60 UMAs (alrededor de 6 mil 788 pesos), el arrastre de la grúa, el corralón y la pérdida de seis puntos en la licencia.
Por eso, aunque el menú de El Torito pueda sonar tentador, la SSC es clara: la mejor forma de evitar esta cena “todo incluido” es sencilla: si tomas, no manejes. Porque en estas fiestas, el único lugar donde no deberías brindar… es detrás de las rejas.
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