Crisis de salud mental entre jóvenes mexicanos: señales de alarma

Especialistas y autoridades sanitarias han advertido sobre un aumento preocupante de problemas de salud mental entre adolescentes y jóvenes en México, impulsado por factores como el estrés, la violencia, el consumo de sustancias y la insuficiente atención especializada. Esta situación quedó reflejada en la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat) 2025, presentada recientemente por la Secretaría de Salud.

Indicadores alarmantes en adolescentes

Los datos oficiales revelan que el grupo de 12 a 17 años enfrenta una de las mayores vulnerabilidades psicoemocionales. Entre los principales hallazgos destacan:

• Intentos de suicidio: alrededor del 1.5 % de los adolescentes reportó haber intentado suicidarse en el último año.
• Ideación suicida: cerca del 5 % de las adolescentes manifestó pensamientos suicidas, lo que refleja un nivel elevado de angustia emocional.
• Malestar psicológico y conductas de riesgo: la Encodat 2025 ubica a jóvenes como uno de los grupos con mayor incidencia de malestares emocionales, conductas suicidas y experiencias de violencia emocional o física.

Especialistas subrayan que parte de esta crisis tiene su origen en el aislamiento y el estrés derivados de la pandemia de COVID-19, un periodo que impactó de manera directa en el desarrollo emocional e identitario de adolescentes.

Factores que influyen en la salud mental juvenil

Diversos estudios identifican múltiples elementos que contribuyen al deterioro del bienestar emocional entre jóvenes, entre ellos:

• Presión social y académica, que genera ansiedad constante y sensación de fracaso.
• Impacto de redes sociales y tecnología, asociadas con comparaciones permanentes, inseguridad y estrés social.
• Uso de sustancias y vapeadores, ya que, aunque ha disminuido el consumo de drogas ilegales en adolescentes, el vapeo se ha incrementado y podría tener efectos negativos en la salud mental.

Respuesta institucional, todavía limitada

Expertos advierten que México destina menos del 2 % del presupuesto de salud a la atención en salud mental, lo que limita la capacidad de respuesta frente a esta problemática. Aun así, autoridades han anunciado estrategias dirigidas específicamente a adolescentes, con énfasis en el entorno escolar, que incluyen:

• Intervenciones psicológicas y campañas de apoyo emocional.
• Fortalecimiento de líneas de ayuda y esquemas de acompañamiento profesional.
• Integración de psicólogos y psiquiatras en escuelas y comunidades educativas.

Refuerzo en atención y prevención

Instituciones como el IMSS han ampliado servicios de atención emocional y psicológica para jóvenes, incorporando líneas telefónicas de apoyo y prevención para atender casos de ansiedad, depresión y estrés. En paralelo, organismos legislativos han llamado a reforzar acciones en escuelas y comunidades, considerando también fenómenos asociados como el aislamiento social, la violencia digital y otros comportamientos de riesgo.

La información más reciente confirma que México atraviesa una crisis de salud mental entre su población joven, marcada por altos niveles de ideación suicida, malestar emocional y vulnerabilidad psicológica. Si bien existen esfuerzos institucionales para atender el problema, especialistas y organizaciones civiles coinciden en que es indispensable fortalecer la prevención, ampliar la atención temprana y garantizar recursos suficientes y accesibles, a fin de responder de manera efectiva a las necesidades emocionales y psicológicas de adolescentes y jóvenes en el país.

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