¿Por qué algunas personas parecen nunca enfermarse?
Algunas personas parecen no enfermarse porque su sistema inmune actúa rápido. La ciencia explica que influyen genética, hábitos y respuestas subclínicas.
Aunque pueda parecer un mito urbano, existen personas que muy rara vez se enferman, incluso en temporadas de gripe o durante brotes de virus. La ciencia ha investigado este fenómeno y ha encontrado que no hay una razón única o milagrosa, sino una combinación de factores biológicos, genéticos y de estilo de vida que pueden otorgar a algunas personas una ventaja frente a las infecciones.
Respuesta inmune más eficiente
Una de las claves está en el sistema inmunológico. Algunas personas cuentan con una respuesta inmune innata más robusta, lo que les permite detectar y neutralizar patógenos antes de que provoquen síntomas. En este proceso intervienen células como los macrófagos y las células asesinas naturales (NK), consideradas la primera línea de defensa del organismo.
Además, la diversidad de células T, responsables de reconocer una amplia gama de virus y bacterias, también es determinante. Cuanta mayor variedad existe, más eficaz es la respuesta frente a distintos agentes infecciosos.
Genes y predisposición biológica
La genética influye de forma importante en la respuesta inmune, aunque no la determina por completo. Estudios científicos señalan que entre 20 % y 40 % del funcionamiento del sistema inmunológico es heredado. Variantes de genes relacionados con la inmunidad, como los del antígeno leucocitario humano (HLA), pueden facilitar una mejor defensa ante infecciones comunes.
Existen incluso mutaciones genéticas poco frecuentes que brindan resistencia a enfermedades específicas. Un ejemplo es la mutación CCR5-Delta 32, asociada con resistencia al VIH, aunque se trata de casos excepcionales.
Estilo de vida y hábitos saludables
Más allá de la genética, los hábitos cotidianos influyen profundamente en la salud inmunológica. Entre los factores más relevantes destacan:
- Sueño de calidad: Dormir bien favorece la producción de proteínas que combaten infecciones.
- Nutrición equilibrada: Dietas ricas en frutas, verduras y nutrientes como vitamina D, vitamina C, zinc y selenio fortalecen las defensas.
- Ejercicio moderado regular: Mejora la circulación de las células inmunes.
- Manejo del estrés y apoyo social: El estrés crónico debilita el sistema inmune, mientras que las relaciones sociales y la relajación lo fortalecen.
El microbioma: el aliado invisible
El microbioma intestinal, conformado por billones de microorganismos, cumple un papel clave en la inmunidad. Un microbioma diverso y equilibrado ayuda a entrenar al sistema inmunológico para diferenciar entre amenazas reales y falsas alarmas, lo que reduce infecciones y respuestas inflamatorias innecesarias.
Exposición y “entrenamiento” del sistema inmune
Contrario a lo que se pensaba, cierta exposición controlada a patógenos puede ser beneficiosa. Cada desafío superado fortalece la memoria inmunológica, principio que sustenta el funcionamiento de las vacunas, las cuales preparan al organismo para defenderse sin desarrollar la enfermedad grave.
¿Realmente nunca se enferman?
Los especialistas explican que quienes parecen “nunca enfermarse” sí pueden infectarse, pero su sistema inmunológico actúa con tal rapidez que no llegan a desarrollar síntomas, lo que se conoce como infecciones subclínicas.
No existe una explicación única sobre por qué algunas personas rara vez se enferman: se trata de una combinación de genética, una respuesta inmune eficiente, hábitos de vida saludables y un adecuado entrenamiento del sistema inmunológico. Comprender estos factores no solo responde a una curiosidad científica, sino que también ofrece herramientas para fortalecer nuestras defensas y mejorar la salud a largo plazo mediante decisiones cotidianas informadas.
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