CDMX tipifica el grooming como delito: hasta 11 años de prisión por acoso digital a menores
La Ciudad de México tipificó el grooming como delito con penas de hasta 11 años de cárcel. La medida busca frenar el acoso digital infantil. Querétaro y Chihuahua también han avanzado en legislar esta conducta.

En un avance crucial para la protección de niñas, niños y adolescentes en entornos digitales, el Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma al Código Penal local que tipifica el grooming como delito autónomo. Esta modificación legal busca frenar una de las formas de acoso sexual infantil que más ha crecido con el uso de internet: el contacto intencional de adultos con menores a través de plataformas digitales, con fines sexuales.
¿Qué es el grooming?
El grooming es una conducta delictiva en la que un adulto, mediante engaños y manipulación emocional, gana la confianza de un menor de edad por medios digitales —como redes sociales o mensajería instantánea— para obtener imágenes íntimas, videos, audios o incluso concretar encuentros físicos con intenciones sexuales.
Esta forma de acoso ha crecido de manera alarmante en México y el mundo, con cifras como las de Save the Children, que señala que 4 de cada 10 menores en América Latina han tenido contacto con desconocidos en línea, y el 15% han sido presionados para enviar contenido íntimo.
Detalles de la reforma en CDMX
Con esta reforma, se adiciona el artículo 183 Bis al Código Penal. La pena para quien cometa grooming va de 7 a 11 años de prisión y hasta 1,800 días de multa. Si el delito se comete con violencia, amenazas o coacción, la sanción se incrementará hasta en un 50%.
Además, el dictamen prevé medidas integrales como la creación de protocolos de atención a víctimas, campañas educativas en escuelas, y coordinación con la Policía Cibernética para la prevención y atención de estos delitos.
¿Solo en Ciudad de México?
No. Aunque esta medida coloca a la capital del país a la vanguardia en la protección digital infantil, otras entidades también han legislado o están en proceso de hacerlo:
- Querétaro: Está en curso una propuesta para tipificar el grooming, con penas de 3 a 6 años de prisión y multas de hasta 2,000 UMAs. La iniciativa incluye protocolos escolares y estrategias de prevención.
- Chihuahua: Ya cuenta con la tipificación. Las penas van de 1 a 3 años de prisión, o de 3 a 5 años si la víctima es menor de 14 años. Si hay amenazas o coacción, las penas pueden aumentar hasta en dos tercios.
Estas legislaciones demuestran un creciente compromiso institucional para enfrentar un delito que, aunque ocurre en el entorno virtual, tiene consecuencias reales, profundas y traumáticas para las víctimas.
Reflexión: cuidar no es vigilar, es proteger
En tiempos donde los videojuegos, redes sociales y apps de mensajería se han convertido en espacios cotidianos para la infancia, es urgente que madres, padres y tutores mantengan una presencia activa y consciente en lo que sus hijas e hijos ven, hacen y con quiénes interactúan en línea.
Muchos de los juegos que parecen inofensivos tienen funciones de chat o acceso a salas públicas donde se puede hablar con desconocidos. Y lo más preocupante es que nunca sabes quién está del otro lado de la pantalla: podría ser un amigo, pero también alguien que busca manipular, acosar o explotar.
El grooming no ocurre solo en redes sociales; los agresores se infiltran en plataformas donde saben que los menores pasan tiempo. Por eso, no se trata de prohibir el uso de tecnología, sino de educar, acompañar, y crear confianza para que las niñas y los niños puedan pedir ayuda cuando algo no les parezca correcto.
Proteger a la infancia en el entorno digital es una responsabilidad compartida. No basta con leyes más duras; también se necesita prevención, diálogo abierto y una cultura digital basada en el respeto y el cuidado mutuo.