Aranceles e incertidumbre política cambian perspectiva soberana
Los riesgos políticos siguen siendo elevados debido a las guerras en Ucrania y Oriente Medio, la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China.
La incertidumbre arancelaria y política amenazan el crecimiento global y las finanzas públicas, por lo que la agencia calificadora Fitch Ratings revisa la perspectiva de los bonos soberanos globales para 2025 de «neutral» a «deterioro».
La escalada de la guerra comercial mundial, la incertidumbre sobre el fin de los aranceles y su impacto en los volúmenes de comercio mundial, las cadenas de suministro, la inversión y las relaciones internacionales constituyen un importante shock económico global adverso.
La incertidumbre sobre el alcance y el momento de los efectos en los precios y la actividad se suma a la incertidumbre sobre la trayectoria de los tipos de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y al riesgo de volatilidad en las condiciones financieras.
Una caída de los precios del crudo Brent a 65 dólares por barril en 2025 desde 79.5 dólares por barril en 2024 incrementará las presiones económicas y fiscales sobre los principales exportadores.
Los recortes a la ayuda internacional de Estados Unidos aumentan los riesgos que enfrentan algunos mercados emergentes.
En cambio, una depreciación del dólar estadounidense alivia la carga de los mercados emergentes con deuda denominada en dólares y brinda a algunos bancos centrales de estos mercados margen para recortar los tipos de interés con mayor rapidez.
Las finanzas públicas seguirán bajo presión en 2025 debido al aumento del gasto en defensa, los costes de los intereses, las tendencias demográficas, el débil crecimiento y las presiones sociales, especialmente en los mercados desarrollados.
Finanzas públicas
La agencia calificadora prevé que la mediana de la deuda pública/PIB aumente ligeramente, hasta el 54.5 por ciento a finales de 2025, desde el 54.1 por ciento a finales de 2024.
Los riesgos políticos siguen siendo elevados debido a las guerras en Ucrania y Oriente Medio, la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China, las tensiones comerciales, el descontento social y la fluctuación de la política exterior estadounidense.
Las perspectivas de las calificaciones se mantienen cercanas al equilibrio a mediados de 2025, con 13 en perspectiva positiva, apenas por encima de las 10 en perspectiva negativa.
Las rebajas de calificación desde 2020 han generado margen en algunas calificaciones para soportar un empeoramiento de las condiciones crediticias y estrategias políticas pueden mejorar las perspectivas de economías emergentes.
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