Adolescentes israelíes protestan en Tel Aviv: queman hojas de reclutamiento y rechazan guerra en Gaza
Jóvenes israelíes protestan en Tel Aviv contra el servicio militar obligatorio y la guerra en Gaza, quemando sus órdenes de reclutamiento públicamente.
Un grupo cada vez más visible de jóvenes israelíes ha alzado la voz contra el servicio militar obligatorio, desafiando una de las instituciones más arraigadas de la sociedad israelí: el reclutamiento al ejército.
Durante una manifestación realizada este fin de semana en el centro de Tel Aviv, decenas de adolescentes se congregaron para expresar su rechazo al enrolamiento forzoso en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). El acto más simbólico ocurrió cuando varios de ellos quemaron públicamente sus órdenes de reclutamiento, en una protesta pacífica pero contundente que ha generado eco en medios internacionales y redes sociales.
La razón principal detrás de su desobediencia es clara: la actual ofensiva militar en la Franja de Gaza. Muchos de estos jóvenes califican de “genocida” la operación que ha dejado miles de civiles palestinos muertos desde que comenzó el conflicto más reciente, en octubre de 2023.
“No quiero ser parte de un ejército que bombardea hospitales y refugios. Mi conciencia no lo permite”, dijo frente a la multitud un joven de 17 años, quien pidió mantener el anonimato por temor a represalias legales.
Objetores de conciencia en aumento
En Israel, el servicio militar es obligatorio para hombres y mujeres al cumplir 18 años, aunque existen exenciones por motivos religiosos, médicos o de conciencia. Sin embargo, declararse objetor por razones políticas o morales suele implicar juicios militares e incluso penas de prisión.
Este movimiento de adolescentes forma parte de una red más amplia de shministim (estudiantes de último año de secundaria que rechazan el servicio militar), una tradición de objeción que ha existido desde los años 70 pero que ha ganado fuerza en contextos de guerra prolongada.
Organizaciones como Yesh Gvul y Mesarvot, que apoyan a quienes se niegan a servir, han señalado que la nueva generación de objetores está mucho más politizada y conectada con causas de derechos humanos internacionales.
Hasta el momento, el Ministerio de Defensa no ha emitido una respuesta oficial, pero fuentes dentro del ejército han filtrado a medios israelíes que “se investigarán los actos de desobediencia”, y que “quemar documentos oficiales puede constituir un delito penal”.
Por su parte, políticos de la derecha nacionalista han acusado a los jóvenes de “traidores” y de “poner en peligro la seguridad del país”.
Un debate incómodo
La protesta ha abierto nuevamente un profundo debate en la sociedad israelí sobre la moralidad de la guerra, la obligatoriedad del servicio militar y el futuro de las relaciones con Palestina.
Mientras los bombardeos continúan en Gaza y las cifras de muertos aumentan, en Tel Aviv y otras ciudades también crecen las voces —esta vez desde los más jóvenes— que se preguntan si el camino actual es sostenible.
“Estamos hartos de que nuestra juventud se use como carne de cañón en conflictos interminables. Queremos otro futuro para nuestra generación y para Palestina”, concluyó otra manifestante con lágrimas en los ojos.
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