Cárteles mexicanos se internacionalizan: exportan huachicol a Japón, India y África, según EUA

Cárteles mexicanos exportan huachicol a países como Japón, India y África, según un informe de inteligencia de EE.UU. que advierte sobre el papel clave del CJNG, Cártel de Sinaloa y Cártel del Golfo en esta red transnacional de contrabando de combustible robado a Pemex.

Adolfo Flores · Hace 5 horas
Contenedores de combustible en instalaciones clandestinas controladas por cárteles, utilizados para almacenar huachicol antes de su exportación ilegal a Asia y África, según autoridades de EUA.

Una investigación de inteligencia financiera de Estados Unidos reveló que el robo de hidrocarburos en México ha dejado de ser un delito exclusivamente nacional. Cárteles como el Jalisco Nueva Generación (CJNG), el de Sinaloa y el del Golfo han expandido sus redes criminales para exportar crudo robado a países tan lejanos como Japón, India y regiones del continente africano.

El reporte, elaborado por la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN, por sus siglas en inglés), advierte que estas organizaciones delictivas han encontrado en el tráfico de combustible una fuente millonaria de ingresos para financiar sus operaciones, incluyendo violencia, corrupción y narcotráfico.

De los ductos mexicanos a los mercados globales

Según el documento, el crudo robado a Petróleos Mexicanos (Pemex) es obtenido mediante sobornos a empleados, perforación de ductos, robo de pipas o amenazas a trabajadores. El hidrocarburo es almacenado en estados como Veracruz, Altamira y Monterrey, desde donde es transportado a la frontera norte. Camuflado como “aceite usado” o “residuos industriales”, el producto cruza a Estados Unidos y es almacenado por empresas fachada, principalmente en Texas y Nuevo México.

Una vez en territorio estadounidense, el crudo es blanqueado mediante facturación falsa, simulando que se trata de petróleo legal tipo WTI (West Texas Intermediate). De ahí, se embarca hacia mercados internacionales, ocultando su verdadero origen.

Los cárteles mexicanos han convertido el robo de crudo en su negocio más rentable fuera del narcotráfico, enviando cada mes múltiples cargamentos valorados en más de cinco millones de dólares cada uno.

Compañías cómplices y lavado de crudo

El informe también expone la complicidad de pequeñas empresas estadounidenses, muchas de ellas ubicadas en el Valle del Río Grande, que ayudan a los cárteles a introducir el huachicol al mercado internacional. Una vez fuera del continente, el rastro legal del petróleo robado desaparece al pasar por diversas jurisdicciones.

FinCEN asegura que entre los países receptores se encuentran Japón, India y diversas naciones africanas, donde las refinerías aceptan el crudo sin verificar su procedencia, aprovechando lagunas regulatorias.

Red binacional y líderes implicados

Entre los implicados en esta operación internacional, el informe menciona a César Morfín, alias “El Primito”, supuesto jefe regional del CJNG en Tamaulipas, así como a sus hermanos Álvaro y Remigio. Todos están vinculados al contrabando de hidrocarburos y otras actividades ilícitas.

En México, las rutas del huachicol inician en estados como Hidalgo, Puebla, Veracruz, Guanajuato y Jalisco, desde donde se extrae el crudo que más tarde se vende en el extranjero.

A pesar de la gravedad del problema, las autoridades estadounidenses solo han sancionado a tres ciudadanos mexicanos y dos empresas, aunque FinCEN aclara que las investigaciones siguen abiertas y podrían derivar en nuevas detenciones y sanciones.

Este informe reafirma que el tráfico de huachicol ya no es solo un tema de seguridad interna para México, sino un fenómeno criminal transnacional que requiere cooperación internacional urgente.


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