Crisis en Gaza: crece la desnutrición infantil mientras palestinos mueren buscando ayuda humanitaria
La crisis humanitaria en Gaza se agrava: aumentan las muertes infantiles por desnutrición y cientos de palestinos arriesgan la vida buscando ayuda.
La emergencia humanitaria en Gaza se agrava día con día. Informes recientes de medios internacionales, como CNN, alertan sobre el alarmante aumento de casos de desnutrición infantil en el enclave palestino, donde la escasez de alimentos, medicamentos y agua potable ha alcanzado niveles críticos. En los últimos días, varios menores han perdido la vida debido al hambre y las condiciones insalubres.
La periodista Barbie Latza Nadeau, corresponsal de CNN, informó que cientos de palestinos están muriendo en su intento por acceder a los limitados suministros de ayuda humanitaria que logran entrar a la Franja, a menudo bajo fuego cruzado, ataques aéreos o en medio del colapso del orden público.
“Estamos viendo a niños morir por causas prevenibles como la desnutrición severa o la falta de tratamiento médico básico. Es un desastre humanitario en pleno siglo XXI”, afirmó un trabajador de salud local citado por CNN.
Ayuda escasa, bloqueos constantes
Desde el inicio de la escalada del conflicto, las condiciones en Gaza han empeorado drásticamente. Las rutas de acceso para la ayuda internacional —ya de por sí limitadas— han sido interrumpidas o ralentizadas por razones logísticas y políticas. Convoyes humanitarios han sido bloqueados o atacados, y los puntos de entrada son insuficientes para abastecer a una población de más de dos millones de personas que vive bajo asedio.
La ONU, UNICEF, Cruz Roja y otras organizaciones humanitarias han expresado su preocupación por la imposibilidad de atender a la población civil. A pesar de las gestiones diplomáticas para abrir corredores humanitarios seguros, la ayuda que entra es mínima frente a la magnitud de las necesidades.
Los niños son las principales víctimas de este desastre. Según datos de organismos internacionales, uno de cada tres menores en Gaza sufre ya algún grado de desnutrición, y muchos de ellos requieren atención médica urgente por infecciones intestinales, cuadros de diarrea severa o deshidratación.
Médicos en hospitales colapsados y sin insumos relatan escenas devastadoras: bebés alimentados solo con agua azucarada o arroz cocido sin sal, madres que caminan kilómetros con sus hijos en brazos en busca de atención, y personal médico que trabaja en condiciones precarias, sin electricidad ni medicamentos esenciales.
“Ya no es sólo un conflicto armado. Es una catástrofe sanitaria y humanitaria. Y lo peor es que no se vislumbra una solución a corto plazo”, advierte un portavoz de Médicos Sin Fronteras.
La comunidad internacional, bajo presión
Las imágenes que emergen desde Gaza han encendido las alarmas en la comunidad internacional, donde crecen las voces que exigen un cese al fuego inmediato, corredores humanitarios seguros y el levantamiento de bloqueos que impiden la entrada de alimentos y medicinas.
Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional califican la situación como una violación grave del derecho internacional humanitario, y han pedido a los actores del conflicto —y a sus aliados internacionales— que garanticen el acceso sin restricciones de la ayuda humanitaria.
Sin embargo, en el terreno, las soluciones no llegan con la urgencia que exigen las circunstancias. Y mientras tanto, los más vulnerables —especialmente niños y ancianos— siguen muriendo en silencio, víctimas del hambre, del miedo y del abandono global.