Crisis humanitaria en Gaza: Calor extremo y ayuda obstaculizada
Las autoridades sanitarias de Gaza han registrado 235 muertes por malnutrición, 106 de ellas en niños, hasta el 13 de agosto.
La población de Gaza enfrenta una crisis humanitaria cada vez más grave, con niveles récord de hambre y desnutrición, en medio de temperaturas que superan los 40 °C y retrasos persistentes en la entrega de ayuda humanitaria.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), aunque Israel ha reducido las negativas a los movimientos humanitarios, las misiones aprobadas “siguen tardando horas en completarse” y los equipos deben esperar en carreteras peligrosas, congestionadas o intransitables.
Entre el 6 y el 12 de agosto, trabajadores humanitarios coordinaron 81 intentos de movimiento con las autoridades israelíes, incluyendo traslado de combustible y personal. Solo 35 fueron facilitados; 29, pese a su aprobación inicial, se vieron obstaculizados; 12 fueron denegados y 5 retirados por los organizadores. Finalmente, 14 de los intentos con obstáculos pudieron concretarse.
El conflicto, que estalló hace casi tres años tras ataques de Hamás contra Israel, ha dejado más de 61,000 palestinos muertos —incluidos 18,000 niños— y 151,000 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza. La ONU ha documentado la muerte de más de 500 trabajadores humanitarios.
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El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advierte que la hambruna está en su punto más alto desde que comenzó el conflicto. Las autoridades sanitarias de Gaza han registrado 235 muertes por malnutrición, 106 de ellas en niños, hasta el 13 de agosto.
La inseguridad y la desesperación complican aún más el panorama: multitudes descargan alimentos de los camiones para alimentar a sus familias y los saqueos impiden que la ayuda llegue a su destino. En julio, de los 1,012 camiones con casi 13,000 toneladas de comida que ingresaron desde Israel, solo 10 llegaron a los almacenes.
Aunque hay reservas suficientes para alimentar a los 2.1 millones de habitantes durante tres meses, el riesgo de que los alimentos varados se echen a perder o se infesten aumenta día con día.
Actualmente, 81 comedores comunitarios preparan 324,000 comidas diarias, cifra superior a las 259,000 de hace dos semanas, pero muy por debajo del millón diario que se distribuía en abril.
La ola de calor agrava la situación. La UNRWA alertó sobre el incremento de la deshidratación ante la escasez de agua y reportó haber brindado servicios de emergencia de agua, saneamiento e higiene a 1.7 millones de personas desde el inicio de la guerra.