EE. UU. incauta buque con petróleo venezolano en operativo armado y escala tensión con Maduro
EE. UU. incauta un buque con petróleo venezolano en un operativo militar inédito en el Caribe. El caso aumenta la tensión con el gobierno de Nicolás Maduro.
En una nueva escalada del conflicto entre Estados Unidos y el gobierno de Nicolás Maduro, el presidente Donald Trump anunció la incautación de un buque con petróleo frente a la costa venezolana, describiéndolo como “el más grande jamás confiscado”.
Aunque evitó ofrecer detalles sobre las razones específicas del operativo, Trump insinuó que el destino del petróleo no dejaría lugar a dudas: “Asumo que nos quedaremos con él”, declaró durante un encuentro con empresarios en la Casa Blanca.
La noticia generó movimientos inmediatos en los mercados energéticos. Los futuros del West Texas Intermediate (WTI) cerraron la jornada en 58.46 dólares por barril, un ligero repunte atribuido a la incertidumbre provocada por la acción militar.
Guardia Costera y Marina: un despliegue militar inusual
Fuentes estadounidenses confirmaron que el operativo fue ejecutado por la Guardia Costera, con apoyo de la Marina, y bajo autoridad de leyes federales. El despliegue incluyó helicópteros que despegaron desde el portaaviones USS Gerald Ford, desde donde personal armado descendió a la cubierta del buque en una maniobra de asalto.
Videos difundidos por la secretaria de Justicia de EE. UU., Pam Bondi, muestran a agentes federales abordando la embarcación con armas desenfundadas mientras aseguraban el control de la superestructura.
Esta acción forma parte de un reforzamiento militar sin precedentes en la región. Washington ha incrementado su presencia naval en el Caribe alegando operaciones contra el narcotráfico, aunque congresistas estadounidenses han cuestionado el carácter letal de dichos operativos, que desde septiembre habrían causado al menos 87 muertes.
El petrolero Skipper: crudo venezolano rumbo a Cuba
El buque incautado fue identificado como el Skipper, una nave que partió de Venezuela el pasado 2 de diciembre cargada con cerca de dos millones de barriles de crudo pesado. De acuerdo con documentos filtrados de PDVSA, aproximadamente la mitad del cargamento pertenecía a un importador estatal cubano.
Informes preliminares señalan que su destino final era Cuba, en una operación que habría involucrado a la empresa estatal Cubametales y a intermediarios energéticos asiáticos, según reportó Politico.
Además, la autoridad marítima de Guyana denunció que el Skipper utilizaba de forma fraudulenta la bandera guyanesa, lo que podría acarrear acciones legales adicionales.
Funcionarios estadounidenses citados por Bloomberg señalaron que la incautación se enmarca en una amplia ofensiva para bloquear el flujo de recursos provenientes del petróleo sancionado venezolano, el cual se moviliza mediante una compleja red de empresas fachada, intermediarios internacionales y buques conocidos como “petroleros fantasmas”.
Estas embarcaciones suelen cambiar de nombre, manipular su sistema de rastreo AIS o realizar transferencias de crudo en alta mar para evitar ser detectadas. Washington asegura que parte de esos ingresos termina financiando estructuras catalogadas como terroristas por el propio gobierno estadounidense.
Actual tensión diplomática y llamado a la desescalada
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió horas antes del anuncio una desescalada inmediata entre Estados Unidos y Venezuela, advirtiendo que un aumento de la confrontación podría agravar la crisis regional, afectar rutas marítimas y poner en riesgo a tripulaciones civiles.
Hasta el momento, Washington no ha revelado la situación legal de los tripulantes del Skipper ni su nacionalidad, y tampoco ha aclarado si permanecen detenidos bajo custodia federal.


