Explosión en fábrica de explosivos en Tennessee

La explosión en Tennessee deja una tragedia humana y un llamado urgente a reforzar la seguridad laboral en la industria de materiales peligrosos.

Braulio Reyes · Hace 5 horas
La comunidad de Bucksnort se encuentra profundamente conmocionada. Foto: X

Una potente explosión sacudió la madrugada del viernes una planta de explosivos ubicada cerca de Bucksnort, Tennessee, provocando el colapso parcial del edificio y la pérdida total de esperanzas de rescate. Las autoridades confirmaron que ninguna persona sobrevivió al siniestro.

El incidente ocurrió en la planta Accurate Energetic Systems (AES), dedicada a la fabricación de explosivos para uso militar, aeroespacial y de demolición comercial. Parte de la instalación quedó completamente destruida por la explosión, que fue percibida a varios kilómetros de distancia y generó densas columnas de humo y escombros que comprometieron la seguridad en la zona.

Inicialmente se reportaron 18 personas desaparecidas, aunque el recuento oficial fue ajustado a 16 fallecidos confirmados, ya que dos trabajadores no se encontraban en el sitio al momento del estallido.
Más de 300 especialistas participaron en las labores de búsqueda, que pasaron de ser operaciones de rescate a operaciones de recuperación al no hallarse señales de vida bajo los escombros.

Las autoridades indicaron que la identificación de las víctimas se realizará mediante pruebas de ADN y técnicas forenses, debido al grado de destrucción provocado por la explosión.

Los equipos de emergencia enfrentaron grandes riesgos por la presencia de materiales altamente explosivos aún almacenados en el lugar, lo que aumentó la posibilidad de detonaciones secundarias.

Diversas agencias federales, entre ellas el ATF, el FBI y el Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives, se unieron a la investigación para determinar las causas del siniestro, que hasta el momento permanecen desconocidas. No se descarta ninguna hipótesis, desde un fallo mecánico hasta un error humano.

La comunidad de Bucksnort en Tennessee se encuentra profundamente conmocionada. Muchos residentes viven cerca de la planta y conocían a varios de los trabajadores fallecidos. Autoridades estatales y federales expresaron sus condolencias y anunciaron apoyo psicológico y económico para las familias afectadas.

El suceso ha reavivado el debate sobre la seguridad industrial en instalaciones que manejan materiales explosivos y la falta de regulación y supervisión efectiva en este tipo de operaciones.

En los próximos días se esperan los resultados periciales que revelarán las causas de la tragedia. La planta AES y sus directivos estarán bajo un amplio escrutinio público y legal, mientras crece la exigencia de reforzar los protocolos de seguridad para evitar nuevos desastres de esta magnitud.

La explosión en Tennessee deja no solo una profunda pérdida humana, sino también un llamado urgente a revisar las condiciones de trabajo y los estándares de seguridad en la industria de materiales peligrosos en Estados Unidos.

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