Muere Dick Cheney, ex vicepresidente de Estados Unidos y artífice de la guerra contra Irak, a los 84 años
El ex vicepresidente estadounidense Dick Cheney, figura clave del gobierno de George W. Bush y uno de los impulsores de la invasión a Irak en 2003, falleció este 3 de noviembre a los 84 años, víctima de una neumonía y complicaciones cardiovasculares.
El ex vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, falleció este 3 de noviembre de 2025, a los 84 años de edad, a causa de complicaciones derivadas de una neumonía y problemas cardiovasculares, informaron fuentes cercanas a su familia.
Cheney murió en su residencia en Wyoming, rodeado de su esposa, Lynne Cheney, y sus hijas Liz y Mary, según confirmó un comunicado emitido por su oficina personal.
Nacido en 1941, Richard Bruce Cheney fue una de las figuras más influyentes y controvertidas de la política estadounidense contemporánea.
Durante su mandato como vicepresidente en la administración de George W. Bush (2001-2009), Cheney se consolidó como el principal estratega de seguridad nacional y uno de los arquitectos de la “guerra contra el terrorismo” emprendida tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Fue un defensor firme del uso del poder militar estadounidense en el extranjero, impulsando la invasión de Afganistán y, posteriormente, la guerra en Irak en 2003, bajo el argumento —posteriormente desacreditado— de que el régimen de Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva.
El arquitecto de la guerra de Irak
Como exsecretario de Defensa bajo George H. W. Bush (padre), Cheney ya había dirigido la primera guerra del Golfo en 1991, pero su rol en la invasión a Irak de 2003 lo marcó como el rostro duro del neoconservadurismo estadounidense.
Fue señalado por promover interrogatorios con tortura, espionaje interno y el uso de prisiones secretas como parte de la estrategia global contra el terrorismo.
Su influencia en la Casa Blanca fue tal que muchos analistas lo describieron como “el vicepresidente más poderoso en la historia de Estados Unidos”.
Una carrera marcada por el poder y la polémica
Antes de llegar a la vicepresidencia, Cheney fue jefe de gabinete de Gerald Ford, congresista republicano y presidente ejecutivo de Halliburton, una de las corporaciones energéticas más grandes del mundo, que más tarde obtuvo contratos millonarios durante la guerra de Irak, lo que desató fuertes críticas por conflictos de interés.
Pese a su estilo reservado, Cheney mantuvo una influencia duradera en el Partido Republicano, impulsando una visión de Estados Unidos como potencia dominante e indispensable en el orden global.
Cheney padeció durante décadas problemas cardíacos severos, incluidos varios infartos y un trasplante de corazón en 2012.
En sus últimos años, se mantuvo alejado de la política activa, aunque su hija Liz Cheney emergió como una figura destacada del Partido Republicano y crítica abierta de Donald Trump, heredando parte del legado político de su padre.
Legado: poder, guerra y controversia
Dick Cheney deja un legado complejo: considerado por algunos como un patriota que defendió la seguridad de su país, y por otros como el símbolo de la intervención militar sin límites y del abuso de poder tras el 11-S.
Su vida política marcó dos generaciones y redefinió la política exterior de Estados Unidos durante el inicio del siglo XXI.

