Pakistán cierra frontera con Irán por tensión regional y desata crisis humanitaria en Baluchistán
Pakistán cerró su frontera con Irán por tensión regional. La medida provocó una crisis de abasto en Baluchistán, dejando a miles sin comida, medicinas ni combustible.
En medio de una creciente tensión geopolítica derivada del conflicto entre Israel e Irán, el gobierno de Pakistán decidió cerrar todos los cruces fronterizos con Irán en la provincia de Baluchistán. La medida, tomada como una respuesta preventiva ante el aumento de hostilidades en la región, ha generado una severa crisis de abastecimiento en una de las zonas más vulnerables del país.
La clausura de los pasos fronterizos, como Taftán, Gabd-Rimdan y Panjgur, impide el tránsito de personas y mercancías entre ambas naciones. Aunque se permitió el retorno limitado de ciudadanos paquistaníes varados en territorio iraní, el comercio bilateral —vital para Baluchistán— quedó completamente paralizado.
Crisis inmediata en el sur de Pakistán
La población de Baluchistán ya resiente los efectos de la interrupción. Se reporta escasez de combustible, alimentos frescos, medicinas y otros insumos básicos, con precios disparados hasta un 10% en menos de una semana. La dependencia histórica de esta provincia del comercio con Irán ha dejado a comunidades enteras aisladas, sin alternativas de suministro rápidas.
Los comerciantes fronterizos afirman que camiones con productos perecederos están retenidos, y que muchas familias no han podido abastecerse de artículos esenciales. El desabasto afecta especialmente a zonas rurales, donde la infraestructura de transporte y servicios públicos es limitada.
Una medida preventiva ante la tensión global
Las autoridades paquistaníes justificaron el cierre como una medida de seguridad, en respuesta a la escalada militar entre Irán e Israel. En los últimos días, ambos países han intercambiado ataques aéreos y bombardeos, encendiendo las alarmas de una potencial guerra regional que podría arrastrar a otras naciones.
Aunque Pakistán expresó solidaridad diplomática con Irán, su gobierno dejó claro que no desea ser parte del conflicto ni poner en riesgo la seguridad nacional, especialmente en una zona tan delicada como Baluchistán, donde operan diversos grupos armados.
Impacto económico y social
Analistas advierten que si el cierre fronterizo se prolonga, las consecuencias podrían ser graves no solo para la población civil, sino para la economía regional. Baluchistán representa una vía estratégica en la Iniciativa del Corredor Económico China-Pakistán, y el bloqueo comercial con Irán amenaza con paralizar sectores clave como la energía, el transporte y el comercio informal.
La situación evidencia cómo los conflictos internacionales pueden tener efectos colaterales severos en comunidades vulnerables, especialmente en regiones fronterizas que dependen de intercambios humanitarios y comerciales diarios.
Mientras las tensiones internacionales siguen escalando, miles de personas en Baluchistán esperan una pronta reapertura que les permita volver a una vida mínimamente estable. El conflicto, lejano en kilómetros, ha llegado directo a sus mesas vacías.
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