Primer ministro francés destituido tras pérdida de confianza

Con la salida de Bayrou, Francia suma su cuarto primer ministro en menos de un año, reflejando la dificultad de formar mayorías parlamentarias estables.

Braulio Reyes · Hace 2 minutos
François Bayrou presentará su renuncia formal, y Macron trabaja para definir a su sucesor. Foto: X

Francia atraviesa una nueva crisis política luego de que el primer ministro François Bayrou fuera destituido tras perder una moción de confianza en la Asamblea Nacional. La votación, con 364 votos en contra y 194 a favor, obliga a Bayrou a presentar su dimisión apenas nueve meses después de asumir el cargo. El detonante fue su controvertido plan de recortes de gasto público, destinado a enfrentar el creciente endeudamiento del Estado.

El plan presupuestario para 2026 proponía recortes de alrededor de 44,000 millones de euros, con medidas como la eliminación de días festivos, congelamiento de gastos sociales y ajustes en empleos públicos. Aunque buscaba reducir el déficit y controlar la deuda —que ya supera el 110 % del PIB—, la propuesta resultó extremadamente impopular, generando críticas de la oposición y de sectores sociales.

Con la salida de Bayrou, Francia suma su cuarto primer ministro en menos de un año, reflejando la dificultad de formar mayorías parlamentarias estables. El presidente Emmanuel Macron deberá nombrar a un nuevo primer ministro en los próximos días, mientras enfrenta la urgencia de aprobar el presupuesto y estabilizar el Ejecutivo.

La destitución ocurre en un contexto de descontento social y económico, con bajo crecimiento, alto endeudamiento y expectativas de reformas que no logran consenso. Sindicatos y partidos de oposición advierten que los recortes podrían profundizar desigualdades, mientras los mercados financieros perciben un incremento del riesgo político, ante la posibilidad de elecciones anticipadas.

François Bayrou presentará su renuncia formal, y Macron trabaja para definir a su sucesor, con el desafío de recuperar la confianza parlamentaria y ofrecer una hoja de ruta clara frente a los retos fiscales. La crisis plantea además la pregunta sobre si el sistema político francés permitirá reconstruir un Ejecutivo sólido o si se avecinan más turbulencias para el país.

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