Senado de EE.UU. fija impuesto del 1% a remesas
La nueva disposición, que entrará en vigor a partir del 31 de diciembre de 2025, establece que el impuesto del 1% aplicará únicamente a las transferencias físicas de dinero, como efectivo, giros postales, cheques de caja y otros instrumentos similares.
El Senado de Estados Unidos ha ajustado el impuesto propuesto a las remesas, reduciendo el gravamen del 3.5% inicialmente planteado a un 1%. Esta modificación, parte del proyecto de ley «One Big Beautiful Bill» impulsado por el presidente Donald Trump, busca mitigar el impacto en los millones de migrantes que envían dinero a sus países de origen, principalmente México.
La nueva disposición, que entrará en vigor a partir del 31 de diciembre de 2025, establece que el impuesto del 1% aplicará únicamente a las transferencias físicas de dinero, como efectivo, giros postales, cheques de caja y otros instrumentos similares. Es importante destacar que las remesas electrónicas, enviadas desde cuentas bancarias o tarjetas, quedarán exentas de este gravamen.
Según el planteamiento legislativo, el impuesto será pagado por el remitente de la remesa. El proveedor del servicio de transferencia será el responsable de recaudar el gravamen y entregarlo al gobierno estadounidense de forma trimestral. En caso de que el impuesto no se pague al momento de la operación, la responsabilidad recaerá en el proveedor.
Esta reducción del impuesto, si bien representa un alivio frente a las propuestas iniciales de hasta el 5% (aprobado previamente por la Cámara de Representantes), sigue generando preocupación en México. Diversos sectores han advertido sobre las posibles implicaciones para la economía nacional, especialmente en términos de consumo y dinamismo regional en áreas altamente dependientes de las remesas.