Suspensión de Jimmy Kimmel desata alarma por censura y libertad de expresión en EE.UU.

La suspensión de Jimmy Kimmel Live! generó polémica sobre la libertad de expresión. Trump celebró la decisión y llamó a Kimmel “sin talento”, mientras Keir Starmer defendió la libertad de expresión y lamentó la muerte de Charlie Kirk.

Adolfo Flores · Hace 2 horas
La suspensión indefinida del programa nocturno Jimmy Kimmel Live! ha provocado un debate intenso sobre la libertad de expresión en Estados Unidos.

La suspensión indefinida del programa nocturno Jimmy Kimmel Live! ha provocado un debate intenso sobre la libertad de expresión en Estados Unidos. Lo que comenzó como una controversia entre un presentador y una televisora se ha convertido en un símbolo del uso del poder político para controlar discursos críticos.

El episodio se inició tras un monólogo de Kimmel en el que criticó a simpatizantes del movimiento MAGA por capitalizar el asesinato del activista conservador Charlie Kirk. Poco después, Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) y cercano aliado de Donald Trump, declaró que “había llegado la hora de sacar del aire” al comediante. Horas más tarde, la cadena Nexstar, dueña de varias estaciones afiliadas a ABC, retiró el programa de su parrilla y suspendió a Kimmel de forma indefinida.

Trump celebra y ataca a Kimmel

El jueves 18 de septiembre, el presidente Donald Trump elogió la decisión de ABC de cancelar Jimmy Kimmel Live!, argumentando que Kimmel había dicho “algo horrible” sobre Charlie Kirk y que además tenía “malos niveles de audiencia”. Durante una conferencia en Inglaterra junto al primer ministro británico Keir Starmer, Trump afirmó que Kimmel “no es una persona con talento” y que “debieron despedirlo hace mucho tiempo”.

Por su parte, el primer ministro británico Keir Starmer calificó la muerte de Charlie Kirk como “impactante para todos los que creen en la libertad de expresión” y subrayó que el Reino Unido ha defendido ese principio “desde hace mucho tiempo” sin necesidad de recordatorios externos. Starmer insistió en que el derecho a la sátira y a la crítica política debe mantenerse incluso en tiempos polarizados.

Reacciones políticas y preocupaciones legales

La decisión de suspender el programa tuvo repercusiones inmediatas. Trump celebró la medida en su red Truth Social, acusando a Kimmel de “mentir y difamar”, y sugirió que las cadenas que emitan críticas deberían enfrentar sanciones como la pérdida de sus licencias de transmisión. También mantiene una demanda multimillonaria contra The New York Times por supuesta difamación, considerada por muchos como un mecanismo de intimidación.

El expresidente Barack Obama se pronunció inusualmente claro: denunció en la plataforma X lo que llamó “coerción gubernamental” y recordó que la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU. protege precisamente el derecho de la prensa y la comedia política a desafiar al poder. Demócratas como Hakeem Jeffries han pedido la renuncia de Brendan Carr, a quien responsabilizan de orquestar una estrategia para acallar voces críticas.

La sátira bajo amenaza

Desde figuras como Mick Napier, exdirector de la escuela de comedia Second City, se advierte que la sátira siempre fue un escudo frente al poder. Napier dijo a Axios que “desde la antigua Grecia, el teatro ha sido un lugar donde la voz contra el gobierno era libre. Esto me enferma”. Comediantes como Wanda Sykes y Marc Maron, recogidos por The Washington Post, advierten que si alguien con el perfil de Kimmel puede ser suspendido, cualquier voz crítica podría ser vulnerada.

El caso de Jimmy Kimmel Live! es, para muchos observadores, un punto de no retorno: la confrontación entre entretenimiento, política y regulación está generando tensiones legales y éticas significativas en Estados Unidos.

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