Trump acusa a Barack Obama de intentar un “golpe de Estado”: “Es el mayor escándalo en la historia de EE.UU.”

El presidente Donald Trump acusó a Barack Obama de haber intentado un golpe de Estado durante su primer mandato, en lo que llamó “el mayor escándalo de la historia”.

Adolfo Flores · Hace 2 horas
Trump acusó a su antecesor Barack Obama de intentar un golpe de Estado en su contra.

El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, lanzó este lunes duras acusaciones contra su antecesor, Barack Obama, al afirmar que intentó “liderar un golpe de Estado” en su contra. En declaraciones ofrecidas durante un acto oficial en Carolina del Norte, Trump calificó el supuesto intento como “el mayor escándalo en la historia de nuestro país” e involucró también a la excandidata presidencial Hillary Clinton y a otras figuras prominentes del Partido Demócrata.

“Lo que intentaron Obama, Hillary y los suyos fue criminal. Querían sabotear a un presidente legítimamente electo. Es un golpe de Estado y deben rendir cuentas”, expresó Trump ante simpatizantes.

Estas declaraciones se producen en medio de un entorno político polarizado y en un momento en que el mandatario ha intensificado su discurso contra lo que él llama “el aparato demócrata corrupto”, que —según él— ha tratado de obstruir su agenda desde 2016.

Acusaciones sin sustento judicial

Aunque el presidente Trump ha insistido en esta narrativa desde su primer mandato, hasta el momento no existe evidencia judicial ni cargos formales contra Barack Obama, Hillary Clinton o miembros de sus administraciones por actos de conspiración o intento de derrocamiento.

Investigaciones previas, como el informe del inspector general del Departamento de Justicia en 2019, sí encontraron irregularidades en el proceso de vigilancia a integrantes de la campaña de Trump en 2016, pero no concluyeron que hubiera una conspiración coordinada por Obama o altos funcionarios demócratas.

El regreso de Trump a la Casa Blanca tras las elecciones de 2024 ha estado acompañado de una retórica más combativa. Ahora, ya como presidente en funciones por segunda vez, sus declaraciones tienen mayor peso institucional y han provocado críticas tanto en círculos políticos como en sectores de la sociedad civil.

“Este tipo de acusaciones, cuando vienen de un jefe de Estado, erosionan la confianza en las instituciones democráticas y pueden alimentar peligrosas teorías de conspiración”, advirtió el analista político Matthew Dowd, en entrevista con NBC News.

Reacción demócrata

Hasta el momento, ni Barack Obama ni Hillary Clinton han respondido públicamente a los señalamientos. Sin embargo, varios legisladores demócratas calificaron las declaraciones como “delirantes”, “irresponsables” y “una estrategia de distracción” ante los desafíos de gobernabilidad que enfrenta la administración Trump.

Por su parte, voceros del Partido Demócrata señalaron que el presidente “sigue utilizando el poder desde la Casa Blanca para venganzas personales, en lugar de enfocarse en resolver los problemas del país”.

Analistas interpretan este tipo de discursos como parte de una estrategia política para mantener movilizada a la base republicana y desviar la atención de temas espinosos, como la economía, las protestas sociales o los casos judiciales aún abiertos contra allegados a Trump.

El uso de términos como “golpe de Estado” o “traición” desde la presidencia es poco habitual en la política estadounidense, y podría abrir nuevos frentes de tensión institucional si se materializan investigaciones por parte del Ejecutivo contra exfuncionarios.

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