El pulso de los pequeños negocios en México: entre la estabilidad y la turbulencia
En conferencia de prensa, Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), subrayó que la extorsión y el complicado panorama económico son los mayores desafíos que enfrentan los pequeños negocios.

Las tiendas de barrio en México, pilares del canal tradicional de comercio, enfrentan un momento crítico. Mientras un grupo de estos negocios actúa como un ancla de estabilidad económica, otro segmento vive en constante incertidumbre.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), subrayó que la extorsión y el complicado panorama económico son los mayores desafíos, aunque programas como la Escuela ANPEC buscan darles una nueva esperanza.
ANPEC estima que seis de cada diez tiendas en México (el 60% del canal tradicional) son negocios consolidados, con más de cinco o incluso diez años de antigüedad. Estas tiendas son el «ancla del canal», como las describe Rivera, pues han resistido el paso del tiempo, operan en muchos casos de generación en generación y dominan el arte del pequeño comercio, incluso en momentos de crisis.
En contraste, el 40% restante vive en un ciclo de inestabilidad. Estos negocios son volátiles: abren, cierran, cambian de giro, reabren o reducen sus horarios. «Esta inestabilidad se atribuye principalmente a la dificultad para alcanzar un punto de equilibrio que les permita operar de manera sostenible. Es la parte del sector que más fluye, que más se mueve y que más presenta inestabilidad», explicó Rivera.
Extorsión: la sombra que acecha al pequeño comercio
El delito de extorsión es, sin duda, el mayor dolor de cabeza para el pequeño comercio. A pesar de ser un problema reconocido por las autoridades, su naturaleza clandestina dificulta su combate. La ANPEC calcula que entre 3 y 4 de cada 10 comerciantes han sido o son víctimas de extorsión.
«La extorsión se da en la oscuridad, se reproduce ahí, lo que dificulta su combate y erradicación», advirtió Rivera en conferencia de prensa. Las tácticas varían, desde llamadas telefónicas (muchas veces desde prisiones) hasta amenazas directas de pandillas locales que operan con un profundo conocimiento de sus víctimas.
El «cobro de piso» es una práctica extendida. Sus montos, que antes podían ser de 200 pesos, ahora no bajan de 500 y pueden escalar hasta los 15 mil o 20 mil pesos mensuales para los negocios más exitosos. Rivera enfatiza que este problema no solo afecta a los comerciantes, sino también a los proveedores, quienes sufren extorsiones para poder distribuir sus productos.
Inflación y consumo a la baja: el contexto económico desafiante
Además de la extorsión, el pequeño comercio lucha contra un entorno macroeconómico complejo. La inflación sostenida y la inminente recesión están empobreciendo el consumo. Los mexicanos buscan alternativas más baratas, obligando a los productores a ajustar sus ofertas.
Las ventas han caído considerablemente este año. La canasta básica se ha encarecido en promedio un 8% en el mercado real, y desde la pandemia, la inflación acumulada en alimentos supera el 30%. Productos esenciales como la carne de res, tomate, maíz, aguacate, cítricos, huevo y tortilla han visto incrementos de precio que golpean directamente el bolsillo del consumidor y la rentabilidad de las tiendas.
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