Acamoto 2025: descontrol, excesos y saldo rojo en Acapulco

El Acamoto 2025 dejó un saldo de más de 50 accidentes, 8 muertos, decomisos de motos robadas y caos en Acapulco. A pesar de la derrama económica, crecen las críticas por el descontrol y la falta de regulación en este evento mototurístico.

Adolfo Flores · Hace 5 horas
Motociclistas toman las calles del puerto durante el Acamoto 2025, evento que dejó un saldo de caos, accidentes y severas críticas ciudadanas.

El Acamoto 2025 concluyó este fin de semana dejando más que derrama económica y turismo: dejó una estela de accidentes, violencia, caos urbano, denuncias ciudadanas, motos robadas y 8 personas muertas. El evento, presentado como una celebración del mototurismo nacional, volvió a evidenciar una preocupante falta de control, cultura cívica y límites por parte de autoridades y participantes.

Un evento fuera de control

Durante los días del Acamoto, Acapulco se transformó en un circuito de alta velocidad sin reglas. Calles bloqueadas, motociclistas haciendo acrobacias en avenidas principales, consumo excesivo de alcohol en la vía pública y el rugido constante de motores alteraron por completo la tranquilidad de la ciudad.

A pesar del despliegue de elementos de seguridad, los filtros no fueron suficientes para evitar el desorden: al menos 50 accidentes viales relacionados con motociclistas dejaron 23 heridos y 8 muertos. También se reportaron riñas, robos en tiendas de conveniencia —algunas incluso bandalizadas—, y daños a la infraestructura pública.

Decomisos, motos robadas e impunidad

Como parte del operativo de seguridad, autoridades informaron la retención de 25 motocicletas con reporte de robo, así como la aplicación de 70 infracciones por distintas faltas administrativas. Sin embargo, muchos ciudadanos y comerciantes criticaron la tibieza de las autoridades ante los abusos cometidos por algunos grupos de motociclistas.

El evento ha dejado un sabor amargo entre los acapulqueños, que no solo enfrentaron afectaciones a su movilidad y vida cotidiana, sino también episodios de violencia e inseguridad provocados por asistentes que, lejos de celebrar el motociclismo, utilizaron el evento como pretexto para el desorden y la impunidad.

¿Derrama económica a qué costo?

Se estimó una derrama económica superior a los 450 millones de pesos y una afluencia de más de 70 mil visitantes, lo que representa un impulso económico para el sector turístico. No obstante, cada año crece el cuestionamiento sobre si ese beneficio justifica el costo social, ambiental y de seguridad que deja el evento.

El Acamoto se ha convertido en un fenómeno que refleja el deterioro de los espacios públicos frente al exceso, la falta de regulación y la glorificación de conductas que poco tienen que ver con el deporte o el turismo responsable.

Un llamado urgente a la reflexión

Este tipo de eventos requieren una revisión urgente por parte de los gobiernos estatal y municipal. No se puede seguir permitiendo que Acapulco sea rehén, cada año, de un espectáculo que termina normalizando la anarquía y poniendo en riesgo vidas humanas. Si no se regula, si no se transforma en una verdadera celebración del motociclismo con orden, seguridad y respeto, el Acamoto corre el riesgo de convertirse en un símbolo de decadencia, más que de turismo o cultura.

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