Bitcoin experimenta caída en medio de la incertidumbre por el conflicto Irán-Israel
La situación en Oriente Medio, que ha generado preocupaciones sobre una posible escalada mayor y sus ramificaciones económicas, ha impulsado a los inversores a buscar refugio en activos considerados más seguros, como el oro.
El mercado de las criptomonedas ha reaccionado con volatilidad a la escalada de tensiones entre Irán e Israel, provocando una caída en el precio de Bitcoin y otras altcoins. La principal criptomoneda ha visto un retroceso significativo, cayendo por debajo de los $104,000 en los días posteriores a los primeros ataques, reflejando la aversión al riesgo que se apodera de los mercados globales ante la incertidumbre geopolítica.
La situación en Oriente Medio, que ha generado preocupaciones sobre una posible escalada mayor y sus ramificaciones económicas, ha impulsado a los inversores a buscar refugio en activos considerados más seguros, como el oro. Bitcoin, a pesar de su reputación como «oro digital» en algunos círculos, ha mostrado un comportamiento más alineado con activos de riesgo en este escenario de conflicto.
Analistas de criptomonedas han señalado que la caída inicial del Bitcoin, de cerca del 4% tras los primeros ataques, es un reflejo de la reacción inmediata del mercado a eventos geopolíticos disruptivos. Se han registrado liquidaciones significativas de posiciones largas, indicando una toma de ganancias o un cierre forzado de operaciones por parte de los traders.
Sin embargo, a pesar de la volatilidad, algunos expertos y datos on-chain sugieren que el mercado de Bitcoin está mostrando una «resistencia estructural». Tras la caída inicial, Bitcoin ha logrado recuperar parte de su valor, estabilizándose por encima de los $105,000 en algunos momentos. Este repunte, aunque modesto, ha sido interpretado por algunos como una señal de la confianza subyacente de los inversores y la resiliencia del activo.
La capacidad de Bitcoin para negociarse 24/7 y su alta liquidez lo convierten en uno de los primeros activos en reaccionar a los eventos globales, especialmente aquellos que ocurren durante los fines de semana cuando los mercados tradicionales están cerrados. Los analistas apuntan a que esta primera reacción suele ser una «venta para reducir el riesgo» de las carteras.
Además del conflicto, los mercados cripto también están a la expectativa de las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Una postura restrictiva por parte de la Fed podría añadir presión bajista a los activos de riesgo, incluyendo a Bitcoin. No obstante, si la Fed adopta una postura más acomodaticia, esto podría inyectar liquidez en los mercados y favorecer un repunte de las criptomonedas.
A largo plazo, algunos analistas mantienen una visión optimista sobre Bitcoin. Argumentan que, históricamente, las caídas relacionadas con eventos geopolíticos suelen ser temporales y, en muchos casos, han precedido a periodos de crecimiento significativo. La continua demanda institucional, evidenciada por las entradas netas en los Fondos Cotizados en Bolsa (ETF) de Bitcoin, también sugiere un soporte subyacente para el precio del activo. Firmas como Strategy, por ejemplo, han aprovechado las caídas para seguir acumulando Bitcoin, lo que refuerza la narrativa de una inversión a largo plazo.
