CDMX podría tener zonas inhabitables en menos de 10 años por hundimientos, alertan geólogos de la UNAM
La Ciudad de México se hunde hasta 40 cm al año en algunas colonias. Geólogos de la UNAM alertan que en menos de una década habrá zonas inhabitables y desplazamientos forzados.
La capital mexicana enfrenta una amenaza silenciosa, pero devastadora: su hundimiento. Con una subsidencia promedio de entre 10 y 30 centímetros al año —y en algunas zonas llegando a 40 cm—, geólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertaron que en menos de una década habrá colonias que podrían volverse inhabitables, obligando a la ciudad a realizar desplazamientos forzados de su población para sobrevivir a las consecuencias.
Durante una conferencia con la agencia EFE, los especialistas explicaron que el hundimiento de la Ciudad de México no es nuevo, pero se ha acelerado de manera alarmante debido a dos factores principales: la explotación irracional de los mantos acuíferos subterráneos y la sobrecarga urbana, es decir, el peso acumulado de los edificios y la infraestructura.
Un problema de origen natural, agravado por lo humano
El suelo de la Ciudad de México está compuesto en gran parte por sedimentos blandos de origen lacustre —arcilla y material volcánico—, resultado de su localización sobre lo que fue el antiguo lago de Texcoco. Esta condición geológica ya hace a la ciudad vulnerable a hundimientos naturales, pero la intensa extracción de agua subterránea —para abastecer a más de 20 millones de habitantes— ha acelerado de forma dramática este proceso.
“El suelo ya alcanzó su punto crítico de compactación”, señaló uno de los geólogos. “En muchas zonas, ya no hay posibilidad de recuperación. Lo que estamos viendo es una transformación irreversible del territorio”.
Zonas en riesgo y consecuencias
Delegaciones como Iztapalapa, Tláhuac, Gustavo A. Madero, Benito Juárez y partes de Coyoacán muestran ya signos visibles del hundimiento: calles desniveladas, grietas en casas, fracturas en tuberías, colapsos viales y fallas estructurales. Además, la subsidencia afecta la infraestructura hidráulica, lo que agrava los problemas de abastecimiento de agua potable y aumenta el riesgo de inundaciones severas durante la temporada de lluvias.
Lo más preocupante es que, según los especialistas, las zonas más afectadas podrían volverse inhabitables en menos de 10 años, generando la necesidad de reubicar a miles de personas. Los “desplazamientos forzados” ya no son un escenario hipotético, sino una medida que las autoridades podrían tener que implementar si no se toman acciones contundentes a corto plazo.
¿Qué se puede hacer?
Los expertos proponen una serie de medidas urgentes:
- Detener la sobreexplotación de pozos profundos y fomentar fuentes alternas de agua, como la captación de lluvia y el tratamiento de aguas residuales.
- Revisar los planes urbanos y frenar nuevas construcciones en zonas con alta vulnerabilidad geológica.
- Reforzar la infraestructura hidráulica, especialmente en zonas con mayor hundimiento.
- Invertir en monitoreo y predicción geotécnica, para anticipar colapsos o afectaciones mayores.
- Crear un plan nacional de reubicación climática, que contemple incentivos y asistencia a comunidades en riesgo de desplazamiento.
Un llamado a las autoridades
La advertencia lanzada por los geólogos de la UNAM llega en un momento crítico. Con el crecimiento urbano desbordado, la crisis hídrica en aumento y los efectos del cambio climático golpeando con mayor fuerza, la Ciudad de México se encuentra frente a un desafío existencial.
La necesidad de repensar el modelo de ciudad no es solo una cuestión ambiental, sino de supervivencia.