Sheinbaum condena violencia en marcha de la Generación Z
La postura de Sheinbaum frente a la marcha de la Generación Z refuerza su línea de rechazo a la violencia y subraya la importancia del diálogo como herramienta.
La presidenta Claudia Sheinbaum condenó enérgicamente los actos violentos registrados durante una manifestación atribuida a la Generación Z en Ciudad de México. Afirmó que entre los asistentes había “muy pocos jóvenes” y que acciones como quitar vallas o romper vidrios son inaceptables dentro de un ejercicio democrático. La mandataria reiteró la importancia de mantener la paz y el respeto al espacio público.
Durante un evento en Tabasco, Subrayó que cualquier transformación social debe ocurrir “por la vía pacífica”, y advirtió que la agresión nunca será un camino legítimo para expresar descontento o inconformidad.
Perfil de la marcha y presencia del “Bloque Negro”
Reportes periodísticos indican que un grupo identificado como “bloque negro”, conformado por encapuchados, derribó vallas alrededor de Palacio Nacional y causó daños estructurales en la zona. Estos hechos desencadenaron enfrentamientos, uso de gases lacrimógenos y varias detenciones, elevando la tensión entre manifestantes y autoridades.
Dudas sobre la convocatoria y participación juvenil
Sheinbaum puso en duda que la marcha haya sido una movilización orgánica de jóvenes, al sugerir que pudo estar influida por intereses políticos. El secretario de Educación, Mario Delgado, reforzó esta postura al señalar la posible manipulación digital mediante “millones de bots” para inflar la convocatoria. Ambos funcionarios cuestionaron la autenticidad del movimiento que circuló en redes sociales previo a la protesta.
La presidenta y el secretario destacaron que, desde la visión del gobierno, la “Generación Z” más representativa es la que forma parte de programas educativos y becas, no la que participa en disturbios. Aseguraron que el verdadero espíritu generacional es el de quienes apuestan por el estudio, la organización pacífica y la continuidad de políticas sociales.
Las declaraciones de Sheinbaum se replicaron ampliamente en medios nacionales, generando un debate sobre el origen y la legitimidad de la marcha. Analistas han señalado que el episodio podría influir en futuras convocatorias juveniles, así como en la relación entre el gobierno y los sectores que se organizan a través de redes sociales.
La postura de Claudia Sheinbaum frente a la marcha de la Generación Z refuerza su línea de rechazo absoluto a la violencia y subraya la importancia del diálogo como herramienta política. Al poner en duda la autenticidad del movimiento y enfatizar la formación académica como la verdadera cara de la juventud, la presidenta busca encauzar la narrativa sobre la participación social de los jóvenes. Este episodio abre nuevas interrogantes sobre la influencia digital, la organización política juvenil y la forma en que el gobierno abordará las expresiones de inconformidad en el futuro.
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