Unesco reconoce la representación de la Pasión de Iztapalapa como patrimonio
La Unesco inscribe la Representación de la Pasión de Iztapalapa como Patrimonio Inmaterial. México celebra un reconocimiento histórico a su tradición comunitaria.
La Secretaría de Cultura de México, junto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad (UCUVI), celebraron la inscripción de la Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, durante su sesión del 10 de diciembre de 2025 en Nueva Delhi. Este reconocimiento destaca casi dos siglos de tradición, fe y organización comunitaria.
Desde 1833, esta expresión reúne a los habitantes de Iztapalapa como cumplimiento a una promesa al Señor de la Cuevita tras una epidemia de cólera. La representación inició formalmente en 1843, inspirada en el teatro evangelizador virreinal, y actualmente participan los ocho barrios originarios en labores de actuación, escenografía y logística rumbo a la Semana Santa.
La nominación fue impulsada por el Comité Organizador de Semana Santa en Ixtapalapa A.C. (COSSIAC,) la Secretaría de Cultura, el INAH, el Gobierno de la Ciudad de México y la Alcaldía Iztapalapa. La Unesco elogió el estricto respeto al consentimiento libre, previo e informado y la calidad del material audiovisual presentado. El comité consideró que esta tradición fomenta la cohesión social, la paz y la transmisión intergeneracional de artes y oficios.
Este reconocimiento internacional es resultado de un proceso que inició en 2008 y que derivó en su declaratoria como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México en 2012, y su incorporación al Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de México en 2023. Actualmente cuenta con un Plan de Salvaguardia coordinado por el COSSIAC y los tres órdenes de gobierno.
En la misma sesión, la Unesco también integró otras expresiones latinoamericanas como la cofradía de las flores y las palmas de Panchimalco (El Salvador), el son cubano, el joropo de Venezuela, el cuarteto de Córdoba, y la Sarawja de Perú. Asimismo, reconoció prácticas religiosas como la Fiesta de la Virgen de Guadalupe en Sucre y el circo de tradición familiar de Chile, destacando la importancia del patrimonio vivo en la región.
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