Discriminación por edad, una barrera persistente en el mercado laboral mexicano

Aunque el desempleo en México ha mostrado una tendencia a la baja, los beneficios no se reparten de forma equitativa entre todos los grupos de edad. Según datos del INEGI, las personas mayores de 50 años enfrentan serias dificultades para reincorporarse al mercado laboral, en parte por los prejuicios que persisten sobre su capacidad de adaptación a nuevas tecnologías y dinámicas de trabajo.

Esta discriminación por edad también afecta a los jóvenes recién egresados, quienes, pese a su entusiasmo, son rechazados por su falta de experiencia. Mientras programas como “Jóvenes Construyendo el Futuro” intentan apoyar su inserción laboral, no siempre logran resultados duraderos, dejando a muchos en una situación de incertidumbre profesional.

El panorama es especialmente adverso para quienes tienen más de 65 años, de los cuales solo el 1.8% permanece activo laboralmente, según el INEGI. Sin embargo, quienes están en sus cincuentas tampoco la tienen fácil: reportan haber sido rechazados en siete de cada diez solicitudes de empleo, lo que no solo afecta su economía, sino también su bienestar emocional y social.

En contraste, el grupo de entre 30 y 39 años se perfila como el más favorecido en el mercado laboral, al ser percibido como el equilibrio ideal entre juventud y experiencia. Esta franja de edad logra mayor adaptabilidad y resulta atractiva para los empleadores en un entorno cada vez más cambiante y competitivo.

Para revertir esta tendencia, especialistas señalan la urgencia de implementar políticas inclusivas que valoren la diversidad generacional. La experiencia de los trabajadores mayores puede ser clave en áreas como liderazgo y mentoría, donde su conocimiento puede enriquecer a las nuevas generaciones y fortalecer la cultura organizacional.

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