Marcha histórica en Culiacán: 58 mil exigen paz y seguridad
Miles marchan en Culiacán exigiendo paz y seguridad. Más de 58 mil personas claman justicia por desaparecidos y víctimas del crimen organizado.
El pasado domingo, Culiacán fue escenario de una multitudinaria marcha por la paz y la seguridad, encabezada simbólicamente por un niño de 10 años que conmovió al clamorar: “Queremos poder salir a jugar sin miedo”. La marcha fue de familias que exigen un alto a la violencia que desde hace un año mantiene enfrentados a los «Chapitos» y a los «Mayos«, dejando una ciudad marcada por la inseguridad.
La movilización comenzó en las escalinatas de la iglesia La Lomita y rápidamente rebasó la capacidad del punto de encuentro. De acuerdo con registros de drones de medios internacionales, fueron más de 58 mil personas las que se congregaron, una cifra tres veces superior a la última marcha registrada en enero, que había reunido a 20 mil asistentes.
Familias de desaparecidos, colectivos de búsqueda y víctimas directas de ataques armados marcharon con pancartas, nombres y fichas de búsqueda. Voces Unidas denunció que en Sinaloa hay más de 2,800 personas desaparecidas, el doble de lo reconocido oficialmente. También participaron ciudadanos que han sufrido pérdidas económicas: tan solo en Culiacán se dejaron de registrar más de 40 mil empleos en el último año.
Durante la manifestación se desmintió la versión difundida en redes sociales que atribuía la convocatoria a partidos políticos. Aunque hubo gastos en publicidad digital para desalentar la asistencia, la respuesta ciudadana superó las expectativas. La Catedral de Culiacán fue el punto de llegada, donde entre música, oradores y testimonios se exigió poder vivir sin miedo en una ciudad golpeada por el crimen organizado.
La protesta se realizó en vísperas del primer aniversario del conflicto. El próximo 9 de septiembre, madres buscadoras y colectivos planean una nueva concentración en la explanada del Palacio de Gobierno, donde encenderán cerca de 3 mil velas en memoria de cada persona desaparecida. Como expresó una manifestante al retirarse: “No somos fifís, somos gente cansada de vivir con miedo”.