Mexicano pierde un brazo tras ser atropellado por tren mientras huía de ICE en California

La tragedia marcó la vida de Jesús González, un mexicano de 33 años, quien perdió el brazo izquierdo luego de ser arrollado por un tren mientras intentaba escapar de agentes de inmigración en Estados Unidos. El incidente ha conmocionado a la comunidad migrante y reabre el debate sobre los riesgos que enfrentan quienes viven sin documentos en el país.

Jesús, originario de México y residente en California desde hace varios años, trabajaba como soldador. Según el relato de su familia, todo ocurrió cuando intentó evitar un retén migratorio, bajándose antes de tiempo del autobús que lo llevaba al trabajo. Poco después, en una tienda 7-Eleven, se encontró de frente con una patrulla de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas).

Presa del miedo, corrió sin rumbo en un intento desesperado por huir. En su carrera, cayó sobre las vías del tren justo cuando una locomotora se aproximaba. El impacto le ocasionó heridas severas, y aunque ha sido sometido a múltiples cirugías, los médicos no pudieron salvarle el brazo.

Una vida marcada por el miedo y la lucha

Desde el hospital, Jesús ha expresado su gratitud por las muestras de apoyo que ha recibido a través de redes sociales. Con voz quebrada, advirtió a otros migrantes sobre los riesgos que implica vivir sin documentos en un entorno donde los operativos migratorios se han vuelto más frecuentes e impredecibles.

“Uno no piensa que una decisión tan rápida te va a cambiar la vida para siempre. Solo pensé en escapar… y ahora ya no tengo un brazo”, dijo en un video compartido por su familia.

Apoyo desde México

Su familia, que aún reside en México, ha iniciado una campaña en GoFundMe para cubrir los gastos médicos, la rehabilitación y las posibles prótesis. También buscan recursos para apoyar a Jesús en su proceso de adaptación a una nueva vida con discapacidad.

Hasta el momento, decenas de personas han respondido con donaciones y mensajes de aliento. Organizaciones de derechos humanos y comunidades migrantes han comenzado a difundir el caso para visibilizar las consecuencias del miedo constante que viven los indocumentados en Estados Unidos.

Contexto migratorio cada vez más tenso

El caso de Jesús ocurre en medio de un clima migratorio tenso, en el que miles de personas indocumentadas viven con temor a ser detenidas y deportadas. Las redadas y los retenes sorpresa han generado niveles altos de ansiedad en comunidades migrantes, donde muchos optan por limitar sus movimientos, incluso para actividades básicas como ir al trabajo o hacer compras.

Organismos defensores de migrantes han señalado que situaciones como esta ponen en evidencia los efectos traumáticos de las políticas de persecución y detención, especialmente cuando se dan sin protocolos claros ni respeto a los derechos humanos.

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