CNB identifica nuevos perfiles de riesgo y oportunidades para la industria del blindaje
Los grupos con mayor nivel de exposición en 2025 son altos directivos de sectores estratégicos, funcionarios y corporaciones de seguridad, así como ciudadanía en tránsito en zonas con alta incidencia delictiva.
En un contexto donde los incidentes de riesgo continúan al alza en distintas regiones del país, el Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB) advierte una evolución en los perfiles vulnerables y una demanda creciente de soluciones de blindaje, esta tendencia se ve reforzada por el aumento en la percepción de inseguridad entre la población.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), la percepción de inseguridad de los mexicanosalcanzó63.2% en el segundo trimestre de 2025, un nivel significativamente mayor al59.4% registrado en el mismo periodo de 2024.
Como parte de este esfuerzo, el Consejo presentó su Informe Anual 2025, en el que reporta un crecimiento de solicitudes sostenido de entre 18% y 20% en la demanda de blindaje vehicular, arquitectónico y corporal. Este incremento está asociado a la incidencia delictiva, así como al interés de los usuarios por protegerse, participar en protocolos de prevención y fortalecer su cultura de seguridad.
El análisis del CNB identifica que, ante el incremento de incidentes y la diversificación de amenazas, los perfiles con mayor exposición son aquellos que, por su actividad, ubicación o nivel de toma de decisiones, enfrentan un riesgo más elevado frente a delitos de alto impacto:
· Empresariado y altos directivos, especialmente en sectores financieros, energéticos y de infraestructura.
· Funcionarios públicos y corporaciones de seguridad involucrados en operativos de combate a la delincuencia.
· Ciudadanía en tránsito, particularmente en corredores carreteros con registro de robos violentos y tentativas de secuestro.
Es por lo anterior que el CNB brinda algunas recomendaciones para fortalecer la prevención y reducir la exposición tanto de la ciudadanía como de las empresas del sector.
Para la ciudadanía:
· Implementar rutas seguras y horarios controlados.
· Mantener criterios de baja exposición y hábitos de autoprotección.
· Verificar la procedencia y certificación de cualquier solución de protección.
Para empresas:
· Realizar evaluaciones de riesgo periódicas y planes de contingencia.
· Capacitar a su personal en seguridad preventiva.
· Trabajar únicamente con proveedores certificados que garanticen estándares éticos y técnicos.
El organismo subraya que uno de los principales desafíos consiste en combatir la improvisación, erradicar servicios no certificados y homologar criterios técnicos, además de promover estándares éticos que aseguren integridad y calidad en todos los procesos. No obstante, en palabras de su presidente, Gadi Mokotov, este contexto también abre oportunidades importantes.
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