Con paro nacional, empleados del SAT exigen aumento salarial y mejores condiciones laborales
Trabajadores del SAT realizan paro nacional y exigen aumento salarial pendiente desde enero de 2025. Denuncian precarización, recortes y falta de diálogo con el Gobierno federal.
Miles de trabajadores del Servicio de Administración Tributaria (SAT) iniciaron un paro nacional de “brazos caídos” y protestas pacíficas en diversas entidades del país, exigiendo un aumento salarial pendiente desde enero de 2025 y denunciando condiciones laborales precarias al interior del organismo recaudador.
De acuerdo con los empleados inconformes, el movimiento surge ante el incumplimiento del incremento salarial prometido, que establecería un salario general diario de 278.80 pesos. Aseguran que, pese a múltiples solicitudes y reuniones con autoridades, la mejora económica no se ha concretado, lo que ha generado malestar y descontento generalizado entre los trabajadores de base, sindicalizados y de confianza.
“No pedimos privilegios, pedimos justicia laboral. Nos ofrecieron un aumento desde enero y seguimos con el mismo sueldo, mientras las cargas de trabajo aumentan y los recursos se reducen”, señaló un empleado del SAT entrevistado en la capital.
Los manifestantes también denunciaron una serie de recortes y medidas internas que han deteriorado su entorno laboral. Entre las principales quejas se encuentran:
- Eliminación de prestaciones y reducción de bonos.
- Desigualdades salariales entre sindicalizados y personal de enlace.
- Restricción de periodos vacacionales y jornadas prolongadas sin pago de horas extras.
- Falta de insumos básicos en oficinas tributarias, lo que dificulta la atención al contribuyente.
Buscan diálogo con el Gobierno federal
Los empleados señalaron que han intentado abrir mesas de diálogo con las autoridades federales, pero ante la falta de respuesta decidieron extender el paro y mantener las movilizaciones durante la semana.
Por su parte, el SAT emitió una tarjeta informativa en la que aseguró que mantiene abiertos los canales de comunicación y cooperación con sus trabajadores, en un marco de respeto y sin represalias contra quienes participan en las manifestaciones.
Asimismo, precisó que la atención al contribuyente se mantuvo con normalidad en 155 de las 162 oficinas y módulos de servicio del país. Las sedes que suspendieron operaciones fueron las de Chihuahua, Celaya (Guanajuato), Guadalajara y Zapopan (Jalisco), así como las oficinas Oriente y Sur en la Ciudad de México.
El organismo informó que los contribuyentes afectados recibirán notificación por correo electrónico para reprogramar sus citas y que las aclaraciones podrán gestionarse a través de los canales oficiales en línea.
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reconoció el paro nacional, pero minimizó su alcance al señalar que “son pocos los trabajadores que hacen el planteamiento” y que el caso ya es atendido por el titular del SAT, Antonio Martínez Dagnino, y el secretario del Trabajo, Marath Bolaños López.
“En realidad, son pocos los trabajadores que hacen el planteamiento del paro nacional; sin embargo, se les atiende a todos. Hay diálogo y atención directa con el SAT y la Secretaría del Trabajo”, declaró la mandataria.
Los empleados consultados aseguran que no se trata de un conflicto político, sino de una demanda legítima de justicia laboral.
“No es un capricho. Hemos cumplido con metas de recaudación que superan las expectativas del Gobierno, pero seguimos con salarios bajos y sin reconocimiento a nuestro esfuerzo”, explicó Gerardo R., trabajador del SAT con más de una década de servicio.
El paro nacional, aseguran, continuará de forma indefinida hasta que se cumplan los compromisos salariales y se garantice una revisión justa de sus condiciones laborales.
El SAT es una de las dependencias clave para la estabilidad financiera del país, al encargarse de la recaudación de impuestos y el cumplimiento de las obligaciones fiscales. En los últimos años ha incrementado su eficiencia y recaudación histórica; sin embargo, los trabajadores argumentan que ese rendimiento no se ha traducido en mejores salarios ni condiciones laborales.
Con más de 40 mil empleados a nivel nacional, los inconformes piden que el Gobierno federal reconozca su papel esencial y responda con hechos, no solo con declaraciones.
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