“No estoy contento con México”: Trump advierte posible acción militar; Sheinbaum responde: “No va a ocurrir”
El presidente de Estados Unidos volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de atacar a cárteles en territorio mexicano. Sheinbaum rechaza categóricamente cualquier intervención extranjera.
En una nueva declaración que incrementa la tensión bilateral, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que “no está contento con México” en materia de combate al narcotráfico y que estaría dispuesto a lanzar ataques dentro del país para frenar el flujo de drogas hacia su territorio.
Durante una conversación en la Oficina Oval, el mandatario fue cuestionado sobre la posibilidad de emprender acciones militares directas en México. Su respuesta fue tan ambigua como contundente:
“Cualquier cosa que tengamos que hacer para detener las drogas… no estoy diciendo que lo voy a hacer, pero sería un orgullo hacerlo. Déjenme ponerlo así: no estoy contento con México”.
Aunque matizó que no está planeando un ataque, sus declaraciones se suman a una larga lista de advertencias similares que ha emitido desde su primera campaña presidencial.
Las posturas del presidente estadounidense han oscilado entre elogios tibios a la administración mexicana y fuertes acusaciones sobre supuesta incapacidad para enfrentar a los cárteles. En semanas recientes afirmó estar “contento” con las acciones del gobierno de Claudia Sheinbaum, pero en el mismo discurso aseguró que “en México manda la ley de los cárteles”.
El año pasado, en campaña, prometió que atacaría a los cárteles dentro de territorio mexicano si regresaba a la presidencia. Una vez electo, ha repetido la amenaza intermitentemente.
Actualmente, su gobierno ha reconfigurado la política antidrogas, trasladando la responsabilidad que tenía la DEA al Pentágono, y ha catalogado a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales.
Desde septiembre, el Comando Sur ha derribado 21 embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de 83 personas ejecutadas extrajudicialmente, presuntamente relacionadas con el tráfico de drogas.
Sheinbaum responde: “No habrá intervención; no lo vamos a permitir”
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo respondió de manera firme:
“No va a ocurrir. No queremos intervención de ningún gobierno extranjero… ni podemos permitirla. La última vez que Estados Unidos vino a México se llevó la mitad del territorio”.
La mandataria subrayó que, aunque existe cooperación en materia de seguridad, no habrá presencia militar estadounidense en México. Afirmó además que, tras las declaraciones de Trump, la Casa Blanca emitió una aclaración indicando que solo actuarían si México lo solicitara.
“Nosotros no lo vamos a pedir. Podemos colaborar e intercambiar información, pero no aceptar una intervención extranjera”.
Sheinbaum aseguró que esa posición ya fue comunicada tanto al propio Trump como al secretario de Estado, Marco Rubio, quien visitó México la semana pasada y reiteró que Washington no planea acciones directas dentro del país.
Contexto: una relación bilateral bajo presión
Las declaraciones de Trump se dan en medio de:
✔ Un endurecimiento de la política antidrogas de EE.UU.
✔ La creciente presión política interna para frenar la crisis de opioides.
✔ Un clima de tensiones comerciales y migratorias.
Analistas consideran que las amenazas militares forman parte del estilo retórico del mandatario estadounidense, pero alertan que también funcionan como herramienta de presión diplomática.
¿Qué podría pasar a partir de ahora?
Especialistas en seguridad apuntan:
- Es muy poco probable un ataque militar directo, pero sí podría haber
mayor presión política, diplomática y económica. - Estados Unidos podría buscar expandir operaciones conjuntas de inteligencia.
- Es previsible un aumento en la retórica agresiva conforme avancen tensiones políticas internas en EE.UU.
- México deberá fortalecer su postura soberana para evitar la narrativa intervencionista.
Las palabras de Donald Trump reactivan el fantasma del intervencionismo estadounidense en México.
La respuesta inmediata de Claudia Sheinbaum marca una línea clara: cooperación sí, intervención no.
Aun así, el episodio evidencia que la agenda de seguridad bilateral enfrenta uno de sus momentos más complejos en años.
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