Transportistas y campesinos harán megabloqueo para el 24 de noviembre
El megabloqueo anunciado para el 24 de noviembre evidencia la creciente tensión entre los sectores del transporte, el campo y el gobierno federal.
Organizaciones de transportistas y agrupaciones campesinas anunciaron un megabloqueo nacional programado para el lunes 24 de noviembre, que incluirá cierres de carreteras, toma de aduanas y suspensión de carga en entidades como CDMX, Edomex, Chihuahua, Jalisco, Sonora y Veracruz, entre otras.
La movilización es encabezada por la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC) y el Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM), quienes acusan falta de respuesta del gobierno federal ante problemas que consideran prioritarios.
Motivos de la protesta: seguridad y crisis en el campo
Las organizaciones denuncian una crisis creciente en las carreteras del país, donde el robo de carga, las extorsiones y la falta de vigilancia han incrementado el riesgo para los transportistas.
A estas demandas se suman los productores agrícolas, quienes aseguran enfrentar abandono institucional en temas como precios de garantía, licencias, apoyos rurales y condiciones de vida en el campo.
¿Cómo se llevará a cabo? Rutas y estados afectados
La convocatoria contempla bloqueos en carreteras federales y aduanas estratégicas. Entre las rutas señaladas destacan:
- México–Querétaro
- México–Puebla
- México–Nogales
- Diversos accesos del Estado de México
Autoridades prevén la participación de hasta 25 estados, lo que podría provocar un impacto severo en la movilidad y logística nacional.
Impacto potencial y llamado a la población
Los convocantes han pedido a la ciudadanía evitar viajes ese día, advirtiendo que habrá puntos donde “no habrá paso para nadie”.
Analistas señalan que, de concretarse en la escala anunciada, el paro podría afectar la cadena de suministro, la distribución de mercancías y el comercio interno, especialmente en zonas fronterizas y rutas de alto tránsito.
El megabloqueo anunciado para el 24 de noviembre evidencia la creciente tensión entre los sectores del transporte, el campo y el gobierno federal. Aunque los líderes del movimiento aseguran estar abiertos al diálogo, la convocatoria a un paro nacional con cierres masivos muestra el grado de inconformidad acumulada. El desenlace dependerá de si se logra un acuerdo de última hora o si la jornada se convierte en una de las movilizaciones más disruptivas del año.


