Barcelona ficha a Joan García, la nueva apuesta como portero azulgrana
La llegada de Joan García no solo fortalece la competencia bajo palos en el Barcelona, sino que marca el inicio de una nueva etapa bajo el mando de Flick.
El FC Barcelona ha hecho oficial la contratación de Joan García, portero de 24 años procedente del Espanyol, tras pagar la cláusula de rescisión de 25 millones de euros. El arquero firmará por cinco temporadas.
García, formado en la cantera del Espanyol, se consolidó como titular indiscutible en las últimas campañas, destacando por sus reflejos, seguridad y capacidad para iniciar jugadas desde el fondo. Su rendimiento lo llevó a ser nombrado Jugador del Mes en LaLiga y a ganar el premio a la mejor atajada del mes en febrero y marzo de 2025.
El fichaje no ha pasado desapercibido, ya que Marc-André ter Stegen, actual capitán del equipo, ha mostrado malestar ante la llegada de un competidor directo. El club considera a García una inversión estratégica a largo plazo, especialmente ante los problemas físicos recurrentes del guardameta alemán, quien ya suma 33 años.
Jordi Masip, exguardameta y analista, elogió al nuevo fichaje: “Tiene valentía, reflejos y juega bien con los pies. Pero no será fácil compartir vestuario con Ter Stegen y Szczesny”. Y es que, con tres arqueros de alto nivel, la gestión del vestuario será clave para Flick en su primera temporada.
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Por otro lado, en el entorno del Espanyol, la salida de Joan García ha provocado división entre los aficionados. Algunos lo acusan de «traición» por firmar con el acérrimo rival, mientras que otros comprenden la decisión ante las necesidades económicas del club perico.
Actualmente, el FC Barcelona enfrenta un nuevo reto: inscribir a García en LaLiga. Las restricciones del Fair Play financiero mantienen bloqueadas las altas en el equipo culé, por lo que será necesario concretar ventas y ajustes presupuestarios para registrar oficialmente al nuevo guardameta.
La llegada de Joan García no solo fortalece la competencia bajo palos en el Barça, sino que también simboliza el inicio de una nueva etapa bajo el mando de Flick. La atención se centra ahora en cómo el club equilibrará la plantilla y resolverá las tensiones internas para dar paso al futuro de su portería.
