Lyon desciende por deuda de 500 millones de euros
El caso del Lyon advierte al fútbol europeo: la gloria no basta sin finanzas sanas. Ahora, el gigante herido deberá buscar cómo levantarse.
El Olympique Lyonnais, uno de los clubes más emblemáticos del fútbol francés, fue descendido administrativamente a la Ligue 2 este 24 de junio, debido a una deuda millonaria de hasta 500 millones de euros. La decisión fue tomada por la Direction Nationale du Contrôle de Gestion (DNCG), el organismo que supervisa las finanzas del fútbol profesional en Francia.
Aunque Lyon terminó sexto en la Ligue 1 2024-25 y había conseguido un boleto para la Europa League, su situación financiera encendió las alarmas. La DNCG advirtió al club desde inicios del año que debía sanear sus cuentas, pero el equipo no logró presentar una solución viable antes del cierre de la temporada.
El club, propiedad del Eagle Football Group, liderado por el estadounidense John Textor, enfrenta una deuda que, según distintos reportes, oscila entre 175 y 500 millones de euros. Además del descenso, la DNCG impuso al Lyon la prohibición de fichajes y recortes en la masa salarial, profundizando aún más su crisis.
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En respuesta, el club anunció una apelación inmediata, asegurando que ha logrado mejorar su liquidez mediante ventas estratégicas y una reducción en su participación dentro del Crystal Palace inglés. Sin embargo, la DNCG no consideró estos ajustes como suficientes y mantuvo la sanción.
El descenso de Lyon modifica el panorama europeo. Al no poder competir en la Europa League, se abriría una plaza para otro equipo de la Ligue 1, como Reims. Además, la decisión afecta la imagen de los clubes manejados por el mismo grupo inversor, generando preocupación en el ámbito continental.
El Lyon no descendía desde 1989, y este nuevo golpe marca un capítulo inédito en su historia reciente. El club, famoso por sus siete títulos consecutivos en la Ligue 1 entre 2002 y 2008, deberá reconstruirse desde la segunda división, mientras enfrenta uno de los mayores escándalos financieros en el fútbol francés.
El caso del Lyon deja una advertencia clara para el fútbol europeo: la gloria deportiva no basta si las finanzas no están en orden. Ahora, el gigante herido tendrá que encontrar la forma de levantarse.
