Día de Muertos vs. Halloween: ¿realmente compiten?

El Día de Muertos ha cambiado, pero no ha desaparecido. Se ha adaptado, ha compartido espacio y, en muchos casos, ha resurgido con más fuerza.

JLR · Hace 2 horas
En muchas casas mexicanas, ahora conviven los disfraces de monstruos con los altares llenos de pan de muerto.

Durante años, el Día de Muertos ha sido una de las tradiciones más queridas de México. Es una fecha llena de colores, recuerdos, comida, flores y amor por los que ya no están. Pero en las últimas décadas, Halloween ha ganado terreno, sobre todo entre los más jóvenes. ¿Ha cambiado realmente nuestra forma de vivir el Día de Muertos?

La verdad es que sí ha habido cambios, pero no siempre negativos. En muchas casas mexicanas, ahora conviven los disfraces de monstruos con los altares llenos de pan de muerto. La globalización y las redes sociales han hecho que Halloween se vuelva más visible, pero eso no significa que el Día de Muertos esté desapareciendo.

De hecho, en algunos casos, la llegada de Halloween ha hecho que muchas personas revaloren sus propias tradiciones. Escuelas, familias y comunidades han empezado a enseñar con más fuerza el significado del Día de Muertos, buscando que no se pierda entre dulces y disfraces. En ese sentido, puede decirse que ambas celebraciones han encontrado un espacio.

Aun así, es importante reflexionar sobre qué queremos transmitir a las nuevas generaciones. ¿Queremos que recuerden a sus seres queridos o que solo pidan dulces disfrazados de zombis? No se trata de elegir uno u otro, sino de darles su lugar a ambas fechas, sin olvidar que el Día de Muertos tiene raíces profundas en nuestra historia y cultura.

También hay que reconocer que Halloween, aunque no sea una tradición mexicana, se ha vuelto parte del juego y la convivencia entre niños y jóvenes. Muchos lo ven como una forma de divertirse, no de borrar sus raíces. El reto está en enseñarles que la diversión no debe sustituir la memoria ni el respeto por nuestras tradiciones.

Hoy en día, podemos ver altares en centros comerciales, películas animadas sobre el Día de Muertos y festivales escolares donde se mezclan ambas celebraciones. Eso también es México: una mezcla constante de culturas, pero con identidad fuerte. Lo importante es no olvidar qué significa cada cosa y por qué la celebramos.

Entonces, sí, el Día de Muertos ha cambiado, pero no ha desaparecido. Se ha adaptado, ha compartido espacio y, en muchos casos, ha resurgido con más fuerza. Nuestra tarea es mantener viva su esencia, más allá del maquillaje o los dulces. Porque recordar a nuestros muertos es también una forma de celebrar la vida.

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JLR


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