La trombosis está al acecho de la gente sedentaria
Permanecer mucho tiempo sentado o de pie, sin moverse, representa un factor de riesgo para desarrollar trombosis, por lo que se recomienda caminar al menos 20 pasos cada hora para activar los mecanismos circulatorios.
El doctor Gerardo Peón Peralta, especialista en Angiología y Cirugía Vascular, explica que la inactividad prolongada disminuye el flujo de sangre desde los pies hacia el corazón, lo que puede derivar en insuficiencia venosa o, en casos más graves, en trombosis.
“La circulación arterial es impulsada por el corazón, pero no existe un ‘corazón’ en los pies que bombee la sangre de regreso; esto se logra mediante el movimiento”, detalla en una entrevista.
Al caminar, los músculos se contraen y ayudan a empujar la sangre hacia arriba, un mecanismo que no se activa cuando una persona pasa largos períodos inmóvil, ya sea sentada o de pie.
Por ello, personas como maestros, enfermeras, estilistas, cajeros, conductores, y quienes atienden negocios como farmacias o papelerías deben procurar moverse cada hora, además de utilizar medias de compresión si tienen predisposición a problemas venosos.
El especialista recomienda caminar al menos 20 pasos cada hora, tanto en oficinas como al conducir, para estimular la circulación. “Se pueden levantar y caminar unos pasos, lo suficiente para reactivar el bombeo venoso”, añade el médico.
Respecto al uso de medias de compresión, aclara que pueden usarlas quienes padecen enfermedad venosa, siempre que no haya enfermedad arterial. Estas prendas ayudan a mejorar el retorno sanguíneo.
Además, llevar un estilo de vida activo, cuidar el peso corporal y realizar ejercicio son medidas complementarias para evitar complicaciones venosas.
El doctor Peón precisa que las várices son dilataciones de las venas superficiales —las que están debajo de la piel—, y su presencia indica enfermedad venosa crónica. Las venas profundas, ubicadas entre los músculos y junto a los huesos, son las que pueden desarrollar trombosis, es decir, obstrucciones por coágulos que impiden el retorno sanguíneo.
Entre los síntomas que pueden alertar sobre una trombosis se encuentran: dolor, pesadez, cansancio, hinchazón y calambres.
Además de la inactividad, otros factores de riesgo incluyen el sobrepeso, el uso de anticonceptivos, los antecedentes de embarazo, la predisposición genética (familiares con várices) y el hecho de ser mujer, debido a factores hormonales.
También están en riesgo quienes realizan vuelos largos, especialmente de más de cuatro horas en cabina presurizada. En esos casos, se recomienda mantenerse hidratado, utilizar medias de compresión y caminar por el pasillo del avión.
Cuando no es posible levantarse, pueden hacerse ejercicios sencillos para activar la circulación: mover los dedos de los pies dentro del calzado (20 repeticiones), levantar y bajar los talones (para estimular la parte posterior de la pantorrilla) y luego levantar y bajar las puntas de los pies (para la parte anterior).
“Con esos tres ejercicios se reactiva toda la circulación”, subraya.
En general los riesgos de una trombosis por una mala circulación de la sangre se pueden evitar al llevar una vida activa, evitando el sedentarismo, haciendo ejercicio y usando medias de compresión en los casos que sea necesario.
El especialista aconseja que cuando, a pesar de eso, los síntomas persisten se consulte con un médico para recibir ayuda por medio de medicinas o tratamientos.— Iris Ceballos Alvarado.
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