Abrígate bien: guía para enfrentar el frío con cuidado
El frío puede debilitar el sistema inmunológico, haciéndonos más propensos a resfriados o gripe.
Durante los meses de noviembre, diciembre y los primeros del año, las bajas temperaturas pueden afectar nuestra salud si no tomamos precauciones. El frío puede debilitar el sistema inmunológico, haciéndonos más propensos a resfriados o gripe. Por eso, es importante adoptar hábitos que nos mantengan cálidos y saludables.
Una de las medidas más importantes es abrigarse en capas. Usar varias prendas ligeras ayuda a conservar mejor el calor corporal que una sola prenda gruesa. No olvides proteger las partes del cuerpo más expuestas, como la cabeza, las manos y los pies, ya que por ellas se pierde mucho calor.
En casa, mantén una temperatura agradable, pero sin abusar de la calefacción. Es recomendable ventilar los espacios al menos unos minutos al día para renovar el aire y evitar la acumulación de humedad. También puedes usar cobijas térmicas y pijamas abrigadoras durante la noche.
La alimentación juega un papel clave para protegerte del frío. Incluye comidas calientes, sopas, infusiones y alimentos ricos en vitaminas A y C, que fortalecen las defensas. Además, es importante mantenerse hidratado, aunque no sientas tanta sed como en verano.
No olvides cuidar tu piel, ya que el clima seco puede causar irritación o resequedad. Usa cremas humectantes y bálsamos labiales. Si sales, aplica protector solar, pues el sol invernal también puede dañar la piel, especialmente en zonas de montaña o nieve.
Finalmente, si practicas actividades al aire libre, procura hacerlo en las horas más cálidas del día y evita los cambios bruscos de temperatura. Con estos cuidados, podrás disfrutar del invierno con bienestar y sin riesgos para tu salud.

