Daño renal: causas, consecuencias y prevención
Cuando los riñones se deterioran, el cuerpo se ve afectado en múltiples funciones vitales.
El daño renal es una condición en la que los riñones dejan de funcionar correctamente. Estos órganos se encargan de filtrar toxinas y desechos de la sangre, además de regular el equilibrio de líquidos y minerales. Cuando los riñones se deterioran, el cuerpo se ve afectado en múltiples funciones vitales.
Este daño puede ser agudo o crónico. El daño renal agudo ocurre repentinamente, mientras que el crónico se desarrolla con el tiempo. Muchas veces no presenta síntomas al inicio, por lo que es conocido como un «asesino silencioso».
Las principales causas del daño renal incluyen la diabetes y la hipertensión. También lo pueden provocar infecciones, uso prolongado de medicamentos como los antiinflamatorios o enfermedades hereditarias. El estilo de vida influye mucho en su aparición.
El daño renal no controlado puede llevar a insuficiencia renal, una condición grave que requiere diálisis o trasplante. Además, puede afectar al corazón, los huesos y al sistema nervioso, generando complicaciones multisistémicas.
Para prevenirlo, es clave mantener niveles adecuados de azúcar y presión arterial. Beber suficiente agua, evitar el exceso de sal y no abusar de medicamentos sin receta también ayuda. Los chequeos médicos regulares pueden detectar señales tempranas.
Una dieta saludable y el ejercicio regular protegen no solo al corazón, sino también a los riñones. Evitar el tabaco y el alcohol en exceso es fundamental, ya que estos hábitos aceleran el deterioro renal. La prevención empieza con decisiones cotidianas.
Cuidar los riñones es cuidar la vida. Aunque el daño renal puede parecer lejano, afecta a millones en el mundo. Informarse, actuar y hacerse controles médicos son pasos simples que marcan una gran diferencia en la salud a largo plazo.
